La mala fama de estos ofidios, de la familia viperidae, es de sobra conocida: denostadas hasta en el diccionario de la Real Academia Española, que define la palabra “víbora”, en su segunda acepción, como “persona con malas intenciones.” A pesar de la imagen tradicional que se tiene de ellas -seres innobles, incluso perversos- las víboras son animales poco amenazantes, esquivos, que huyen ante la presencia humana, y que sólo atacarán en caso de sentirse amenazadas, como medio de defensa. Las tres especies de víboras presentes en la Península Ibérica -la Hocicuda (Vipera Latasti), la Aspid (Vipera Aspis) y la Común o Europea (Vipera Berus Seonaei)- son venenosas, pero muy rara vez su picadura acarrea consecuencias graves mientras se busque asistencia médica con rapidez.
Respuestav:íboras
La mala fama de estos ofidios, de la familia viperidae, es de sobra conocida: denostadas hasta en el diccionario de la Real Academia Española, que define la palabra “víbora”, en su segunda acepción, como “persona con malas intenciones.” A pesar de la imagen tradicional que se tiene de ellas -seres innobles, incluso perversos- las víboras son animales poco amenazantes, esquivos, que huyen ante la presencia humana, y que sólo atacarán en caso de sentirse amenazadas, como medio de defensa. Las tres especies de víboras presentes en la Península Ibérica -la Hocicuda (Vipera Latasti), la Aspid (Vipera Aspis) y la Común o Europea (Vipera Berus Seonaei)- son venenosas, pero muy rara vez su picadura acarrea consecuencias graves mientras se busque asistencia médica con rapidez.