No es el teatro como muchos se persuaden, un espectáculo de pura diversión y pasatiempo: al contrario, bien desempeñado, debe ser un verdadero modelo de la buena educación, capaz de inspirar en la juventud, la mejor moral, y las acciones más heroicas y gloriosas; por cuya razón todas las naciones cultas se han esmerado en perfeccionarle: de tal modo, que se puede probablemente graduar la ilustración de una [II] República por la mayor o menor perfección del teatro. Este entre los Griegos principió pigmeo, pero después subió a la más corpulenta estatura en aquellos felicísimos tiempos, en que de todas las partes del orbe los veneraban por maestros, y consultaban a sus sabios como a oráculos; lo que notoriamente nos acreditan las divinas y preciosas obras, que se conservan en el género dramático de un Sófocles, Eurípides y Aristófanes representadas en sus magníficos teatros con la mayor destreza, por los mismos autores, o por hábiles y bien educados actores que seguían exactamente las reglas [III] que prescribe el arte y dicta la misma naturaleza; con cuyos excelentes modelos se lograba la corrección de los vicios, distinguir el verdadero mérito, y dar a las virtudes el debido premio; y era tan honrado en Atenas el oficio de Comediante.
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Respuesta:
No es el teatro como muchos se persuaden, un espectáculo de pura diversión y pasatiempo: al contrario, bien desempeñado, debe ser un verdadero modelo de la buena educación, capaz de inspirar en la juventud, la mejor moral, y las acciones más heroicas y gloriosas; por cuya razón todas las naciones cultas se han esmerado en perfeccionarle: de tal modo, que se puede probablemente graduar la ilustración de una [II] República por la mayor o menor perfección del teatro. Este entre los Griegos principió pigmeo, pero después subió a la más corpulenta estatura en aquellos felicísimos tiempos, en que de todas las partes del orbe los veneraban por maestros, y consultaban a sus sabios como a oráculos; lo que notoriamente nos acreditan las divinas y preciosas obras, que se conservan en el género dramático de un Sófocles, Eurípides y Aristófanes representadas en sus magníficos teatros con la mayor destreza, por los mismos autores, o por hábiles y bien educados actores que seguían exactamente las reglas [III] que prescribe el arte y dicta la misma naturaleza; con cuyos excelentes modelos se lograba la corrección de los vicios, distinguir el verdadero mérito, y dar a las virtudes el debido premio; y era tan honrado en Atenas el oficio de Comediante.
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Espero haberte ayudado.