Los cambios recientes en América Latina se expresan no sólo en movimientos sociales y populares cada vez más originales y activos sino también en un nuevo escenario político marcado por la existencia de gobiernos de centro-izquierda bajo una fuerte presión de la sociedad civil y de movimientos de masa. Esta nueva coyuntura está redefiniendo el escenario político en la región y está abriendo un proceso histórico que presenta elementos nuevos que van a influir profundamente en la dinámica económica, política, cultural y social inmediata, pero también en el mediano y largo plazo.
Una comprensión más objetiva de esta nueva coyuntura en la región exige un análisis profundamente histórico, capaz de hacer un balance de la lucha secular de las fuerzas progresistas que ha generado una acumulación de experiencias extremamente rica. Lucha secular que tiene que ver con elementos claves de nuestra identidad como latinoamericanos, como naciones capaces de conducirse a sí mismas y que tienen una presencia cultural basada en una fuerza civilizatoria propia.
Desde esta perspectiva, el presente artículo busca hacer un breve balance histórico de los movimientos sociales en América Latina, tomando en cuenta cuatro fases : Los orígenes de los movimientos sociales clásicos desde la influencia anarquista hasta a la Tercera Internacional, la fase del populismo y las luchas nacional-democráticas ; la autonomización de los movimientos sociales y las nuevas formas de resistencia y la cuarta fase de globalización de las luchas sociales a partir de Seattle y la nueva agenda.
Los cambios recientes en América Latina se expresan no sólo en movimientos sociales y populares cada vez más originales y activos sino también en un nuevo escenario político marcado por la existencia de gobiernos de centro-izquierda bajo una fuerte presión de la sociedad civil y de movimientos de masa. Esta nueva coyuntura está redefiniendo el escenario político en la región y está abriendo un proceso histórico que presenta elementos nuevos que van a influir profundamente en la dinámica económica, política, cultural y social inmediata, pero también en el mediano y largo plazo.
Una comprensión más objetiva de esta nueva coyuntura en la región exige un análisis profundamente histórico, capaz de hacer un balance de la lucha secular de las fuerzas progresistas que ha generado una acumulación de experiencias extremamente rica. Lucha secular que tiene que ver con elementos claves de nuestra identidad como latinoamericanos, como naciones capaces de conducirse a sí mismas y que tienen una presencia cultural basada en una fuerza civilizatoria propia.
Desde esta perspectiva, el presente artículo busca hacer un breve balance histórico de los movimientos sociales en América Latina, tomando en cuenta cuatro fases : Los orígenes de los movimientos sociales clásicos desde la influencia anarquista hasta a la Tercera Internacional, la fase del populismo y las luchas nacional-democráticas ; la autonomización de los movimientos sociales y las nuevas formas de resistencia y la cuarta fase de globalización de las luchas sociales a partir de Seattle y la nueva agenda.