Parece como si el cumplimiento de un cuarto de siglo de la restauración de la Monarquía haya coincidido con la apertura de un género de debate acerca de quienes la personifican que se sitúa de forma decidida en un plano distinto al habitual hasta el momento presente. Hasta hoy había funcionado una especie de restricción de la crítica que era voluntaria y de la que se puede pensar que nacía de una constatación muy respetable. En el proceso de la transición hubo, en efecto, un poderoso y subyacente deseo de consenso colectivo que poco a poco se fue identificando con la Corona, pues ésta era el símbolo mismo del tránsito pacífico de una dictadura a una democracia.
Respuesta:
espero haberte ayudado j s j s plis coronita <3
Explicación:
Parece como si el cumplimiento de un cuarto de siglo de la restauración de la Monarquía haya coincidido con la apertura de un género de debate acerca de quienes la personifican que se sitúa de forma decidida en un plano distinto al habitual hasta el momento presente. Hasta hoy había funcionado una especie de restricción de la crítica que era voluntaria y de la que se puede pensar que nacía de una constatación muy respetable. En el proceso de la transición hubo, en efecto, un poderoso y subyacente deseo de consenso colectivo que poco a poco se fue identificando con la Corona, pues ésta era el símbolo mismo del tránsito pacífico de una dictadura a una democracia.