Josué014
Hubo una vez en una región cuyo nombre no se conoce, un dragón que mataba a todo el que se cruzara en su camino, un día, la gente de un pueblo de esa región, llamado Lino, se enteró que el dragón iba hacia allá, y como la distancia entre un pueblo y otro era grande, decidieron hacer un congreso con todos los pueblos de allí para ver si algún guerrero de alguno de estos pueblos se atrevía a enfrentarse al dragón. Al oír la palabra "dragón" toda la gente palideció y tragaron en seco. Pero hubo un niño como de 7 años llamado Hernán que se atrevió a desafiar a toda la gente a pesar de que la habían dicho que no, terminó el congreso y no habían llegado a nada. Tiempo después el dragón estaba a punto de entrar cuando el niño agarró un escudo y una espada. El niño se escondió atrás de una piedra, y cuando el dragón pasó, el niño se montó en su lomo y lo apuñaló varias veces. El dragón cayó. Los residentes, que estaban todos escondidos, salieron de sus casas y vieron al niño arriba del dragón empuñando la espada, atrás del niño estaba atardeciendo, y había un espectáculo de fuegos artificiales, todos, sin excepción aplaudieron al valiente niño que los había salvado. Moraleja: El tamaño no importa.