Revolución verde es la denominación usada internacionalmente para describir el importante incremento de la productividad agrícola y por tanto de alimentos entre 1960 y 1980 en Estados Unidos y extendida después por numerosos países.1 Consistió en la adopción de una serie de prácticas y tecnologías, entre las que se incluyen la siembra de variedades de cereal (trigo, maíz y arroz, principalmente) más resistentes a los climas extremos y a las plagas, nuevos métodos de cultivo (incluyendo la mecanización), así como el uso de fertilizantes, plaguicidas y riego por irrigación, que posibilitaron alcanzar altos rendimientos productivos.
Fue iniciada por el ingeniero agrónomo estadounidense Norman Borlaug con ayuda de organizaciones agrícolas internacionales, quien durante años se dedicó a realizar cruces selectivos de variedades de trigo, maíz y arroz en países en vías de desarrollo, hasta obtener las más productivas. La motivación de Borlaug fue la baja producción agrícola con los métodos tradicionales en contraste con las perspectivas optimistas de la revolución verde con respecto a la erradicación del hambre y la desnutrición en los países subdesarrollados.2 La revolución afectó, en distintos momentos, a todos los países y puede decirse que ha cambiado casi totalmente el proceso de producción y venta de los productos agrícolas.
La revolución verde obtuvo un gran éxito en el aumento de la producción, pero no se dio suficiente relevancia a la calidad nutricional, resultando en la expansión de variedades de cereales con proteínas de baja calidad y alto contenido en hidratos de carbono.3 Estos cultivos de cereales de alto rendimiento, ampliamente extendidos y predominantes en la actualidad en todo el mundo, presentan deficiencias en aminoácidos esenciales y un contenido desequilibrado de ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales y otros factores de calidad nutricional.3
Si bien la expansión de estos cereales altos en calorías consiguió evitar la inanición de gran parte del mundo durante varias décadas, el empobrecimiento nutricional que han sufrido como consecuencia las dietas basadas en ellos ha agravado el problema de la desnutrición y la creciente incidencia de ciertas enfermedades crónicas en personas aparentemente bien alimentadas (las denominadas "enfermedades de la civilización").3 No solo las dietas humanas se han resentido de forma directa a través del consumo de estos cereales, sino también por el empobrecimiento de la calidad de los productos de origen animal (derivados de animales alimentados con estos cereales).3
El término "Revolución Verde" fue utilizado por primera vez en 1968 por el exdirector de USAID, William Gaud, quien destacó la difusión de las nuevas tecnologías y dijo: «estos y otros desarrollos en el campo de la agricultura contienen los ingredientes de una nueva revolución. No es una violenta revolución roja como la de los soviéticos, ni es una revolución blanca como la del Sha de Irán. Yo la llamo la revolución verde».
La revolución verde benefició en su mayoría a las grandes cultivadoras, que contaban con los recursos y tenían la necesidad de adquirir las nuevas tecnologías, contrario a lo que ocurría con las tierras pequeñas. 4
Respuesta:
ESPERO AYUDARTE <3
Explicación:
Revolución verde es la denominación usada internacionalmente para describir el importante incremento de la productividad agrícola y por tanto de alimentos entre 1960 y 1980 en Estados Unidos y extendida después por numerosos países.1 Consistió en la adopción de una serie de prácticas y tecnologías, entre las que se incluyen la siembra de variedades de cereal (trigo, maíz y arroz, principalmente) más resistentes a los climas extremos y a las plagas, nuevos métodos de cultivo (incluyendo la mecanización), así como el uso de fertilizantes, plaguicidas y riego por irrigación, que posibilitaron alcanzar altos rendimientos productivos.
Fue iniciada por el ingeniero agrónomo estadounidense Norman Borlaug con ayuda de organizaciones agrícolas internacionales, quien durante años se dedicó a realizar cruces selectivos de variedades de trigo, maíz y arroz en países en vías de desarrollo, hasta obtener las más productivas. La motivación de Borlaug fue la baja producción agrícola con los métodos tradicionales en contraste con las perspectivas optimistas de la revolución verde con respecto a la erradicación del hambre y la desnutrición en los países subdesarrollados.2 La revolución afectó, en distintos momentos, a todos los países y puede decirse que ha cambiado casi totalmente el proceso de producción y venta de los productos agrícolas.
La revolución verde obtuvo un gran éxito en el aumento de la producción, pero no se dio suficiente relevancia a la calidad nutricional, resultando en la expansión de variedades de cereales con proteínas de baja calidad y alto contenido en hidratos de carbono.3 Estos cultivos de cereales de alto rendimiento, ampliamente extendidos y predominantes en la actualidad en todo el mundo, presentan deficiencias en aminoácidos esenciales y un contenido desequilibrado de ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales y otros factores de calidad nutricional.3
Si bien la expansión de estos cereales altos en calorías consiguió evitar la inanición de gran parte del mundo durante varias décadas, el empobrecimiento nutricional que han sufrido como consecuencia las dietas basadas en ellos ha agravado el problema de la desnutrición y la creciente incidencia de ciertas enfermedades crónicas en personas aparentemente bien alimentadas (las denominadas "enfermedades de la civilización").3 No solo las dietas humanas se han resentido de forma directa a través del consumo de estos cereales, sino también por el empobrecimiento de la calidad de los productos de origen animal (derivados de animales alimentados con estos cereales).3
El término "Revolución Verde" fue utilizado por primera vez en 1968 por el exdirector de USAID, William Gaud, quien destacó la difusión de las nuevas tecnologías y dijo: «estos y otros desarrollos en el campo de la agricultura contienen los ingredientes de una nueva revolución. No es una violenta revolución roja como la de los soviéticos, ni es una revolución blanca como la del Sha de Irán. Yo la llamo la revolución verde».
La revolución verde benefició en su mayoría a las grandes cultivadoras, que contaban con los recursos y tenían la necesidad de adquirir las nuevas tecnologías, contrario a lo que ocurría con las tierras pequeñas. 4