duras penas es imaginable que Rusia sea una potencia meramente regional. Basta con echar una ojeada a su ubicación geográfica, en el centro de las tierras emergidas del norte del planeta, para percatarse de que sus movimientos, o en su caso la ausencia de estos, tienen por fuerza que ejercer efectos sobre el panorama entero del planeta, y ello incluso en los momentos de mayor
duras penas es imaginable que Rusia sea una potencia meramente regional. Basta con echar una ojeada a su ubicación geográfica, en el centro de las tierras emergidas del norte del planeta, para percatarse de que sus movimientos, o en su caso la ausencia de estos, tienen por fuerza que ejercer efectos sobre el panorama entero del planeta, y ello incluso en los momentos de mayor