Conceptos (ejemplo de lo que haces) de frutos del espíritu santo
Jero301
Los Frutos Del Espiritu Santo Saludos en Cristo Jesús.
1-Amor
II. Gozo
III. Paz
IV. Paciencia
V. Benignidad
VI. Bondad
VII. Fe
VIII. Mansedumbre
IX. Templanza INTRODUCCION
La Biblia enseña que los que estamos en Cristo hemos sido llamados a ser libres de las demandas de la ley de Moisés. Pero al mismo tiempo se nos exhorta a no hacer uso de esta libertad como ocasión de la carne, sino que no sirvamos unos a otros por amor (Gálatas 5:13).
Otra cosa que aprendemos es que no sólo debemos ser llenos del Espíritu Santo sino que también debemos andar o vivir en el Espíritu. Si lo hacemos así no daremos lugar a satisfacer los deseos de la carne (Gálatas 5:16; Romanos 8:4-9, 12, 13). Para que esto sea una realidad, el creyente tiene que cooperar con el Espíritu Santo. La Biblia se refiere a esta actitud como autodisciplina o templanza. Con ese fin se nos manda hacer morir las obras del cuerpo, es decir, de la carne pecaminosa. En cambio, se nos presenta una lista de todas las cualidades o características en que se ramifica el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22, 23).
En 2 Pedro 1:5-7 se nos da otra lista del fruto del Espíritu. Allí se hace énfasis en que el cristiano debe someterse con todo empeño y diligencia a la voluntad del Espíritu Santo. Debemos agregar algo más a nuestra fe; es decir, debemos incrementarla por medio de la práctica y el ejercicio, a fin de que se vayan uniendo a ella otras virtudes igualmente importantes en el desarrollo de la vida cristiana.
Saludos en Cristo Jesús.
1-Amor
II. Gozo
III. Paz
IV. Paciencia
V. Benignidad
VI. Bondad
VII. Fe
VIII. Mansedumbre
IX. Templanza
INTRODUCCION
La Biblia enseña que los que estamos en Cristo hemos sido llamados a ser libres de las demandas de la ley de Moisés. Pero al mismo tiempo se nos exhorta a no hacer uso de esta libertad como ocasión de la carne, sino que no sirvamos unos a otros por amor (Gálatas 5:13).
Otra cosa que aprendemos es que no sólo debemos ser llenos del Espíritu Santo sino que también debemos andar o vivir en el Espíritu. Si lo hacemos así no daremos lugar a satisfacer los deseos de la carne (Gálatas 5:16; Romanos 8:4-9, 12, 13). Para que esto sea una realidad, el creyente tiene que cooperar con el Espíritu Santo. La Biblia se refiere a esta actitud como autodisciplina o templanza. Con ese fin se nos manda hacer morir las obras del cuerpo, es decir, de la carne pecaminosa. En cambio, se nos presenta una lista de todas las cualidades o características en que se ramifica el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22, 23).
En 2 Pedro 1:5-7 se nos da otra lista del fruto del Espíritu. Allí se hace énfasis en que el cristiano debe someterse con todo empeño y diligencia a la voluntad del Espíritu Santo. Debemos agregar algo más a nuestra fe; es decir, debemos incrementarla por medio de la práctica y el ejercicio, a fin de que se vayan uniendo a ella otras virtudes igualmente importantes en el desarrollo de la vida cristiana.