Los sueños imperiales cercenaron los laureles de las cabezas de los monarcas europeos, acabaron con un viejo régimen y frustraron la hegemonía colonial que tanto persiguieron. Todo se originó en sus patios traseros, lejos de los extensos dominios de ultramar que acariciaban como preciada posesión y de donde se nutrían para hacer crecer su economía y progreso de la era industrial y los avances tecnológicos. Los grandes imperios se lanzaron entre mediados del siglo XIX y 1914 a una búsqueda de lo que se denominó entonces el estatus de gran potencia: y lo que consiguieron fue dilapidarlo, abocando a la muerte y a la miseria a millones de sus ciudadanos.
Entre la ironía y la lógica del nuevo mundo que se avecinaba, su viejo sistema saltó en pedazos como consecuencia precisamente de las ambiciones en su propio continente. El telón de fondo, sin embargo, fue la incapacidad para llegar a una cooperación internacional para el dominio de las colonias, que los privó de sus mayores logros de los imperios entonces: la expansión global, el comercio internacional, la riqueza y la prosperidad que Europa comenzaba a paladear fruto del avance en las ciencias, la medicina, la industria...después de varios siglos de guerras, como apuntó el bienintencionado e ingenuo Norman Angell en 'La Gran Ilusión', publicado en 1909.
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Los sueños imperiales cercenaron los laureles de las cabezas de los monarcas europeos, acabaron con un viejo régimen y frustraron la hegemonía colonial que tanto persiguieron. Todo se originó en sus patios traseros, lejos de los extensos dominios de ultramar que acariciaban como preciada posesión y de donde se nutrían para hacer crecer su economía y progreso de la era industrial y los avances tecnológicos. Los grandes imperios se lanzaron entre mediados del siglo XIX y 1914 a una búsqueda de lo que se denominó entonces el estatus de gran potencia: y lo que consiguieron fue dilapidarlo, abocando a la muerte y a la miseria a millones de sus ciudadanos.
Entre la ironía y la lógica del nuevo mundo que se avecinaba, su viejo sistema saltó en pedazos como consecuencia precisamente de las ambiciones en su propio continente. El telón de fondo, sin embargo, fue la incapacidad para llegar a una cooperación internacional para el dominio de las colonias, que los privó de sus mayores logros de los imperios entonces: la expansión global, el comercio internacional, la riqueza y la prosperidad que Europa comenzaba a paladear fruto del avance en las ciencias, la medicina, la industria...después de varios siglos de guerras, como apuntó el bienintencionado e ingenuo Norman Angell en 'La Gran Ilusión', publicado en 1909.
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espero que le sirva ok