Es para la mayoría de los biógrafos de Colón, punto de partida la fecha de 1470, en que suponen su establecimiento en Portugal, para determinar las vicisitudes por que atravesó el gran Almirante y probar que antes del año 1474, en que Toscanelli dirigió á Alfonso V su célebre proyecto de navegación transatlántica, ya Colón se hallaba en el vecino reino y en su mente había germinado la idea de buscar aquel camino, que más breve que el que los lusitanos seguían á lo largo de la costa africana, había de conducirle á las soñadas regiones del oro y la especiería.
Fúndase la hipótesis en la carta en que, según el padre Las Casas, dirigió el Almirante en 1505 á los Reyes Católicos y en la que les decía: Dios nuestro señor milagrosamente me envió acá, porque yo sirviese á vuestra Alteza, dije que milagrosamente por que yo fuí al rey de Portogal que entendía en el descubrir más que otro alguno, él le atajó la vista, oído y todos los sentidos, que en catorce años no le pude hacer entender lo que yo dije.
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Conocida la presencia de Colón en España en 1484 ó principios del 85, parece en efecto lógico el deducir que no sólo se encontraba en Portugal en 1470, sino que en este tiempo comenzó las gestiones cerca de aquella corte para que le apoyase en su propósito de navegar la vía del Oeste; tal es la consecuencia que han sentado Navarrete, Humboldt, Washington Irving, Tiraboschi, Prescott, Lafuente, Cappa, y en tesis general la mayor parte de los historiadores que han tratado este asunto.
Sin embargo, un examen detenido de las frases citadas, comprobado con las noticias y datos que los eruditos han logrado allegar y que tienen un valor incontestable como fuentes de conocimiento, nos hará ver el error cometido en la historia del padre Las Casas al fijar en catorce años el referido período.
Basta el recordar que suspendidas en 1472 por Alfonso V las expediciones á la costa occidental de Africa, á causa de sus guerras con Castilla, sólo se reanudaron con gran empuje y éxito bajo el reinado de su sucesor D. Juan II, que ocupó el trono lusitano en 28 de Agosto de 1481, y en Diciembre del mismo año ya envió una expedición mandada por Diego de Azambuja para fundar el Castillo de San Jorge de la Mina, primer establecimiento europeo en Guinea; que más tarde pobló, con los hijos menores de los judíos expulsados de España, la Isla de Santo Tomé, que llegó á ser el centro de comercio de la costa africana; que en su tiempo Diego Can llegó en su primera expedición hasta el Zaire y en la segunda á Cabo Padrón; que en 1486 Juan Alfonso de Aveiro descubrió el reino de Benim, y que, por último, Bartolomé Díaz, dando vista al cabo que apellidó de las Tormentas, y D. Juan II, de Buena Esperanza, señaló la meta tanto tiempo perseguida por los navegantes lusitanos.
Respuesta:
Listo Owo
Explicación:
Es para la mayoría de los biógrafos de Colón, punto de partida la fecha de 1470, en que suponen su establecimiento en Portugal, para determinar las vicisitudes por que atravesó el gran Almirante y probar que antes del año 1474, en que Toscanelli dirigió á Alfonso V su célebre proyecto de navegación transatlántica, ya Colón se hallaba en el vecino reino y en su mente había germinado la idea de buscar aquel camino, que más breve que el que los lusitanos seguían á lo largo de la costa africana, había de conducirle á las soñadas regiones del oro y la especiería.
Fúndase la hipótesis en la carta en que, según el padre Las Casas, dirigió el Almirante en 1505 á los Reyes Católicos y en la que les decía: Dios nuestro señor milagrosamente me envió acá, porque yo sirviese á vuestra Alteza, dije que milagrosamente por que yo fuí al rey de Portogal que entendía en el descubrir más que otro alguno, él le atajó la vista, oído y todos los sentidos, que en catorce años no le pude hacer entender lo que yo dije.
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Conocida la presencia de Colón en España en 1484 ó principios del 85, parece en efecto lógico el deducir que no sólo se encontraba en Portugal en 1470, sino que en este tiempo comenzó las gestiones cerca de aquella corte para que le apoyase en su propósito de navegar la vía del Oeste; tal es la consecuencia que han sentado Navarrete, Humboldt, Washington Irving, Tiraboschi, Prescott, Lafuente, Cappa, y en tesis general la mayor parte de los historiadores que han tratado este asunto.
Sin embargo, un examen detenido de las frases citadas, comprobado con las noticias y datos que los eruditos han logrado allegar y que tienen un valor incontestable como fuentes de conocimiento, nos hará ver el error cometido en la historia del padre Las Casas al fijar en catorce años el referido período.
Basta el recordar que suspendidas en 1472 por Alfonso V las expediciones á la costa occidental de Africa, á causa de sus guerras con Castilla, sólo se reanudaron con gran empuje y éxito bajo el reinado de su sucesor D. Juan II, que ocupó el trono lusitano en 28 de Agosto de 1481, y en Diciembre del mismo año ya envió una expedición mandada por Diego de Azambuja para fundar el Castillo de San Jorge de la Mina, primer establecimiento europeo en Guinea; que más tarde pobló, con los hijos menores de los judíos expulsados de España, la Isla de Santo Tomé, que llegó á ser el centro de comercio de la costa africana; que en su tiempo Diego Can llegó en su primera expedición hasta el Zaire y en la segunda á Cabo Padrón; que en 1486 Juan Alfonso de Aveiro descubrió el reino de Benim, y que, por último, Bartolomé Díaz, dando vista al cabo que apellidó de las Tormentas, y D. Juan II, de Buena Esperanza, señaló la meta tanto tiempo perseguida por los navegantes lusitanos.