En África, Imaoma talla en ébano un espejo para su esposa Atima, que lo entrega a su hija antes de ser secuestrada por cazadores de esclavos. A partir de allí el espejo inicia un recorrido que va de África a América (Buenos Aires, Mendoza), transportado por Atima Imaoma.
En África, Imaoma talla en ébano un espejo para su esposa Atima, que lo entrega a su hija antes de ser secuestrada por cazadores de esclavos. A partir de allí el espejo inicia un recorrido que va de África a América (Buenos Aires, Mendoza), transportado por Atima Imaoma.