El nacionalismo alemán ha tenido muchas dificultades a la hora de promover una identidad germana común, encontrándose con varias oposiciones dentro de la propia Alemania. La brecha entre católicos y protestantes en Alemania a veces ha creado fuertes tensiones y una abierta hostilidad entre los católicos y protestantes alemanes. Esta situación se dio especialmente tras la unificación de 1871 y la promulgación de la política del Kulturkampf por el canciller alemán y Primer ministro de Prusia, Otto von Bismarck, que buscaba desmantelar la cultura católica en Prusia. Esto provocó inmediatamente la indignación entre los católicos alemanes y acabaría dando lugar a la aparición del Partido del Centro pro-católico y del Partido Popular Bávaro.[3] También ha habido movimientos nacionalistas rivales dentro de la propia Alemania, en particular los nacionalistas bávaros que afirman que los términos en los que Baviera entró en Alemania en 1871 fueron controvertidos y que mantienen que el gobierno alemán se ha inmiscuido excesivamente en los asuntos internos de Baviera.[4] En el caso de los países vecinos de Alemania, en Austria existen nacionalistas austríacos que han rechazado la unificación del país con Alemania sobre la base de la preservación de la identidad religiosa católica y del peligro potencial que supone para los austríacos el formar parte de una Alemania mayoritariamente protestante.[5]
Respuesta:
El nacionalismo alemán ha tenido muchas dificultades a la hora de promover una identidad germana común, encontrándose con varias oposiciones dentro de la propia Alemania. La brecha entre católicos y protestantes en Alemania a veces ha creado fuertes tensiones y una abierta hostilidad entre los católicos y protestantes alemanes. Esta situación se dio especialmente tras la unificación de 1871 y la promulgación de la política del Kulturkampf por el canciller alemán y Primer ministro de Prusia, Otto von Bismarck, que buscaba desmantelar la cultura católica en Prusia. Esto provocó inmediatamente la indignación entre los católicos alemanes y acabaría dando lugar a la aparición del Partido del Centro pro-católico y del Partido Popular Bávaro.[3] También ha habido movimientos nacionalistas rivales dentro de la propia Alemania, en particular los nacionalistas bávaros que afirman que los términos en los que Baviera entró en Alemania en 1871 fueron controvertidos y que mantienen que el gobierno alemán se ha inmiscuido excesivamente en los asuntos internos de Baviera.[4] En el caso de los países vecinos de Alemania, en Austria existen nacionalistas austríacos que han rechazado la unificación del país con Alemania sobre la base de la preservación de la identidad religiosa católica y del peligro potencial que supone para los austríacos el formar parte de una Alemania mayoritariamente protestante.[5]