Conocer el agua es comprender su rol fundamental en el funcionamiento del medio ambiente, la conservación de la vida en el planeta y el bienestar del ser humano. El agua es única e irremplazable; nada puede sustituirla como soporte de la vida y del progreso. Este recurso integra los diversos componentes del medio ambiente, es el vínculo entre la atmósfera, el océano, la superficie terrestre y el subsuelo, entre lo inanimado y los seres vivos, entre la naturaleza y el hombre.
Desde el punto de vista de la sociedad, el agua ha sido, es y será un componente básico e insustituible de las actividades socioeconómicas, producción agrícola e industrial, generación de energía y como medio de transporte, entre otros.
La región andina es rica en agua. La interacción de la atmósfera, el océano, la Amazonía y los Andes es el origen de un ciclo hidrológico dinámico y abundante, por lo que el agua puede convertirse en uno de los principales factores de desarrollo y de bienestar social de la subregión.
A diferencia de otras regiones del mundo, la Comunidad Andina cuenta con una riqueza hídrica tan importante que se puede constituir en un poderoso factor de desarrollo y de bienestar social si se sabe manejar y aprovechar sosteniblemente.
El hecho de contar con vastas cuencas transfronterizas que abarcan un importante porcentaje del territorio de la subregión -por lo que es común que parte del territorio de dos o más países formen parte de una misma cuenca- da prioridad a la gestión del agua en éstas como un campo muy propicio para la integración.
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Conocer el agua es comprender su rol fundamental en el funcionamiento del medio ambiente, la conservación de la vida en el planeta y el bienestar del ser humano. El agua es única e irremplazable; nada puede sustituirla como soporte de la vida y del progreso. Este recurso integra los diversos componentes del medio ambiente, es el vínculo entre la atmósfera, el océano, la superficie terrestre y el subsuelo, entre lo inanimado y los seres vivos, entre la naturaleza y el hombre.
Desde el punto de vista de la sociedad, el agua ha sido, es y será un componente básico e insustituible de las actividades socioeconómicas, producción agrícola e industrial, generación de energía y como medio de transporte, entre otros.
La región andina es rica en agua. La interacción de la atmósfera, el océano, la Amazonía y los Andes es el origen de un ciclo hidrológico dinámico y abundante, por lo que el agua puede convertirse en uno de los principales factores de desarrollo y de bienestar social de la subregión.
A diferencia de otras regiones del mundo, la Comunidad Andina cuenta con una riqueza hídrica tan importante que se puede constituir en un poderoso factor de desarrollo y de bienestar social si se sabe manejar y aprovechar sosteniblemente.
El hecho de contar con vastas cuencas transfronterizas que abarcan un importante porcentaje del territorio de la subregión -por lo que es común que parte del territorio de dos o más países formen parte de una misma cuenca- da prioridad a la gestión del agua en éstas como un campo muy propicio para la integración.