1. Lo primero que debes hacer es determinar cuál será el tema central del instructivo, el cuál colocarás como título del mismo.
2. Haz uso de los subtítulos para puntualizar qué información corresponde al procedimiento y, de ser el caso, para señalar si es necesario contar con materiales especiales para el desarrollo de la actividad. Para ello, puedes añadir la palabra “materiales” o “utensilios” y colocar a partir de allí la lista de lo que el niño necesitará, recuerda que es importante ser lo más específico posible para evitar que el niño se confunda y omita algo importante.
3. Comienza especificando de manera clara cada una de las instrucciones que el niño debe seguir y el orden en el que las mismas deberán ejecutarse, para ello puedes enumerar cada uno de los pasos o utilizar algunas viñetas. Ya que los niños serán quienes hagan uso de este recurso, es importante emplear palabras no muy sofisticadas sino más bien simples para que su entendimiento sea mucho más sencillo.
4. Incluye en tu instructivo para niños algunas figuras o dibujos alusivos al procedimiento, para que les sea más fácil saber lo que tienen que hacer, recuerda que para los niños es importante ver para aprender, pues la mayoría lo hace por imitación.
5. Una vez que hayas descrito todo el procedimiento del instructivo, verifica si el orden de las acciones es el adecuado, si los párrafos tienen coherencia y existe buena ortografía, si las imágenes guardan realmente una relación con la acción a la que se han vinculado, y si el vocabulario responde a las aptitudes de un niño. De no ser el caso, realiza las correcciones pertinentes y vuelve a verificar.
1. Lo primero que debes hacer es determinar cuál será el tema central del instructivo, el cuál colocarás como título del mismo.
2. Haz uso de los subtítulos para puntualizar qué información corresponde al procedimiento y, de ser el caso, para señalar si es necesario contar con materiales especiales para el desarrollo de la actividad. Para ello, puedes añadir la palabra “materiales” o “utensilios” y colocar a partir de allí la lista de lo que el niño necesitará, recuerda que es importante ser lo más específico posible para evitar que el niño se confunda y omita algo importante.
3. Comienza especificando de manera clara cada una de las instrucciones que el niño debe seguir y el orden en el que las mismas deberán ejecutarse, para ello puedes enumerar cada uno de los pasos o utilizar algunas viñetas. Ya que los niños serán quienes hagan uso de este recurso, es importante emplear palabras no muy sofisticadas sino más bien simples para que su entendimiento sea mucho más sencillo.
4. Incluye en tu instructivo para niños algunas figuras o dibujos alusivos al procedimiento, para que les sea más fácil saber lo que tienen que hacer, recuerda que para los niños es importante ver para aprender, pues la mayoría lo hace por imitación.
5. Una vez que hayas descrito todo el procedimiento del instructivo, verifica si el orden de las acciones es el adecuado, si los párrafos tienen coherencia y existe buena ortografía, si las imágenes guardan realmente una relación con la acción a la que se han vinculado, y si el vocabulario responde a las aptitudes de un niño. De no ser el caso, realiza las correcciones pertinentes y vuelve a verificar.