El comercio internacional es a la vez causa y efecto de la globalización, en un
proceso cíclico de retroalimentación. La globalización se produce por el
incremento universal del comercio entre empresas situadas en diferentes países,
pero a su vez la situación creada hace cada vez más propicio al aumento de las
actividades comerciales.
Durante el año 2000 el comercio internacional creció a una tasa del 12%. Es
probablemente la tasa de crecimiento más alta desde la primera década del siglo
XX que precedió a la primera Guerra Mundial. La tasa de crecimiento del comercio
representó casi el triple de la tasa de crecimiento del producto mundial (4.2%). Es
decir que el comercio crece más deprisa que la producción.
El comercio exterior ha sido indicador y resultado del crecimiento económico y del
aumento de bienestar experimentado durante la década pasada en muchas
naciones y regiones del mundo.
En 2001, en cambio, la tasa se redujo a menos de la mitad, porque los grandes
países, que son los que más comercian, entraron en recesión. El comercio es uno
de los campos donde más se muestra la globalización, para bien, cuando las
economías crecen, y para mal, cuando se contraen. Es también la esfera que más
críticas cosecha, por ser muy visible y afectar la vida cotidiana de muchas
personas: empresarios, trabajadores, y los consumidores que somos todos los
ciudadanos.
Hoy en día es más difícil que nunca concebir desarrollo económico sin comercio
exterior. Ya no hay lugar para la utopía de economías cerradas y
“desenganchadas” del mercado mundial, que consigan organizar su economía al
margen de los dictados de las grandes empresas y de los fondos de inversión.
Una de las características de los tiempos modernos es la integración de los
mercados nacionales en una vasta red mundial que ofrece muchas innovaciones
tecnológicas y organizativas. Quedarse al margen de esa red es el principal
problema que tienen hoy los países más pobres de la tierra, porque les supone
quedarse estancados en la pobreza y cerrarse al progreso
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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El comercio internacional es a la vez causa y efecto de la globalización, en un
proceso cíclico de retroalimentación. La globalización se produce por el
incremento universal del comercio entre empresas situadas en diferentes países,
pero a su vez la situación creada hace cada vez más propicio al aumento de las
actividades comerciales.
Durante el año 2000 el comercio internacional creció a una tasa del 12%. Es
probablemente la tasa de crecimiento más alta desde la primera década del siglo
XX que precedió a la primera Guerra Mundial. La tasa de crecimiento del comercio
representó casi el triple de la tasa de crecimiento del producto mundial (4.2%). Es
decir que el comercio crece más deprisa que la producción.
El comercio exterior ha sido indicador y resultado del crecimiento económico y del
aumento de bienestar experimentado durante la década pasada en muchas
naciones y regiones del mundo.
En 2001, en cambio, la tasa se redujo a menos de la mitad, porque los grandes
países, que son los que más comercian, entraron en recesión. El comercio es uno
de los campos donde más se muestra la globalización, para bien, cuando las
economías crecen, y para mal, cuando se contraen. Es también la esfera que más
críticas cosecha, por ser muy visible y afectar la vida cotidiana de muchas
personas: empresarios, trabajadores, y los consumidores que somos todos los
ciudadanos.
Hoy en día es más difícil que nunca concebir desarrollo económico sin comercio
exterior. Ya no hay lugar para la utopía de economías cerradas y
“desenganchadas” del mercado mundial, que consigan organizar su economía al
margen de los dictados de las grandes empresas y de los fondos de inversión.
Una de las características de los tiempos modernos es la integración de los
mercados nacionales en una vasta red mundial que ofrece muchas innovaciones
tecnológicas y organizativas. Quedarse al margen de esa red es el principal
problema que tienen hoy los países más pobres de la tierra, porque les supone
quedarse estancados en la pobreza y cerrarse al progreso