Como ya sabemos, los componentes de una bacteria, de afuera a dentro, son: - Cápsula bacteriana: es una capa gelatinosa de espesor variable que rodea exteriormente a la célula, pero no existe en todas las bacterias. Está compuesta por polisacáridos complejos y protege a la bacteria de la desecación, de la acción de los glóbulos blancos y de los antibióticos; por ello, las bacterias patógenas con cápsula tienen mayor capacidad de infección. - Pared bacteriana: es una envoltura rígida que rodea a todas las bacterias y permite que mantengan su forma característica. Su componente fundamental es una macromolécula denominada peptidoglicano o mureína; ésta consta de largas cadenas dispuestas paralelamente y formadas por la repetición alternante de 2 aminoazúcares, la Nacetilglucosamina (NAG) y el ác. N-acetil-murámico (NAM), unidos mediante enlaces β (1-4); a cada mc. de NAM se halla unido un tetrapéptido. Los tetrapéptidos de las distintas cadenas se hallan enlazados transversalmente por pentapéptidos de Glicocola, formando una estructura reticular. Además del peptidoglicano, la pared bacteriana presenta otros componentes, lo que permite distinguir 2 tipos de bacterias:
Bacterias Gram positivas. La pared está formada por varias capas superpuestas de peptidoglicano, y en su cara externa se encuentran polisacáridos y otras moléculas denominadas ácidos teicoicos Se reconocen porque con la tinción de Gram adquieren color violeta oscuro.
Bacterias Gram negativas. La pared está formada por una sola capa de peptidoglicano, sobre la que se halla una bicapa de lípidos y proteínas conocida como membrana externa, similar a la membrana plasmática. Se distinguen porque con la tinción de Gram adquieren color rojo.
El comportamiento ante los antibióticos está relacionado con la estructura de esta pared. P.e., las bacterias Gram+ son más sensibles a la penicilina. La pared, por su resistente estructura, además de mantener la forma de la bacteria, la protege de la lisis osmótica: dado que la presión osmótica del interior de la bacteria es muy alta, debido a la gran concentración de productos metabólicos, por ósmosis el agua tiende a entrar y si no fuera por la rigidez de la pared, la célula se hincharía y estallaría. - Membrana plasmática: tiene idéntica estructura y similar composición a la M.P. de las cél. eucarióticas. Con el M.E. se observa que presenta una serie de repliegues hacia el protoplasma que reciben el nombre de mesosomas. En esta membrana se localizan diversos sistemas enzimáticos responsables de importantes procesos, entre los que destacan: -- Control del intercambio de sustancias con el medio externo (permeabilidad selectiva). -- Los procesos de la cadena respiratoria y fosforilación oxidativa. -- La síntesis de diferentes componentes de la membrana, la pared y la cápsula. -- El proceso de replicación del ADN. -- En las bacterias fotosintéticas, los mesosomas contienen los pigmentos, enzimas y transportadores electrónicos encargados de llevar a cabo la fotosíntesis. Por tanto, la M.P. bacteriana realiza funciones que en las células superiores se verifican en el interior de los distintos orgánulos membranosos. - Citoplasma: presenta una gran sencillez estructural con respecto al de las células eucarióticas; observado al M.E. presenta aspecto granuloso debido a los numerosos ribosomas que contiene; éstos tienen la misma composición y estructura que en la célula eucariótica, pero son más pequeños (70S). Se observan también una gran variedad de granulaciones llamadas inclusiones, que contituyen generalmente, un depósito de sustancias de reserva, como, p.e., de glucosa, de triglicéridos, de Fe, de CO3Ca, de ácido fosfórico, etc.. - Material genético: en la zona central de la célula se observa una región menos densa que el citoplasma circundante y de aspecto fibroso llamada nucleoide, que no es un núcleo pues no está rodeada de membrana; en ella se localiza una molécula de ADN en doble hélice y de forma circular, asociada a proteínas no histónicas, que se conoce como “cromosoma bacteriano”. Muchas bacterias presentan también, dispersas por el citoplasma, otras moléculas de ADN circular más pequeñas llamadas plásmidos; contienen información genética para funciones específicas como la resistencia a los antibióticos. - Flagelos: son apéndices largos y delgados que sirven como medio de locomoción. No existen en todas las bacterias y presentan una estructura diferente a los de las células eucarióticas.
Como ya sabemos, los componentes de una bacteria, de afuera a dentro, son:
- Cápsula bacteriana: es una capa gelatinosa de espesor variable que rodea exteriormente a la célula, pero no existe en todas las bacterias. Está compuesta por polisacáridos complejos y protege a la bacteria de la desecación, de la acción de los glóbulos blancos y de los antibióticos; por ello, las bacterias patógenas con cápsula tienen mayor capacidad de infección.
- Pared bacteriana: es una envoltura rígida que rodea a todas las bacterias y permite que mantengan su forma característica.
Su componente fundamental es una macromolécula denominada peptidoglicano o mureína; ésta consta de largas cadenas dispuestas paralelamente y formadas por la repetición alternante de 2 aminoazúcares, la Nacetilglucosamina (NAG) y el ác. N-acetil-murámico (NAM), unidos mediante enlaces β (1-4); a cada mc. de NAM se halla unido un tetrapéptido. Los tetrapéptidos de las distintas cadenas se hallan enlazados transversalmente por pentapéptidos de Glicocola, formando una estructura reticular. Además del peptidoglicano, la pared bacteriana presenta otros componentes, lo que permite distinguir 2 tipos de bacterias:
Bacterias Gram positivas. La pared está formada por varias capas superpuestas de peptidoglicano, y en su cara externa se encuentran polisacáridos y otras moléculas
denominadas ácidos teicoicos Se reconocen porque con la tinción de Gram adquieren color violeta oscuro.
Bacterias Gram negativas. La pared está formada por una sola capa de peptidoglicano, sobre la que se halla una bicapa de lípidos y proteínas conocida como membrana externa, similar a la membrana plasmática. Se distinguen porque con la tinción de Gram adquieren color rojo.
El comportamiento ante los antibióticos está relacionado con la estructura de esta pared. P.e., las bacterias Gram+ son más sensibles a la penicilina.
La pared, por su resistente estructura, además de mantener la forma de la bacteria, la protege de la lisis osmótica: dado que la presión osmótica del interior de la bacteria es muy alta, debido a la gran concentración de productos metabólicos, por ósmosis el agua tiende a entrar y si no fuera por la rigidez de la pared, la célula se hincharía y estallaría.
- Membrana plasmática: tiene idéntica estructura y similar composición a la M.P. de las cél. eucarióticas. Con el M.E. se observa que presenta una serie de repliegues hacia el protoplasma que reciben el nombre de mesosomas. En esta membrana se localizan diversos sistemas enzimáticos responsables de importantes procesos, entre los que destacan:
-- Control del intercambio de sustancias con el medio externo (permeabilidad selectiva).
-- Los procesos de la cadena respiratoria y fosforilación oxidativa.
-- La síntesis de diferentes componentes de la membrana, la pared y la cápsula.
-- El proceso de replicación del ADN.
-- En las bacterias fotosintéticas, los mesosomas contienen los pigmentos, enzimas y transportadores electrónicos encargados de llevar a cabo la fotosíntesis. Por tanto, la M.P. bacteriana realiza funciones que en las células superiores se verifican en el interior de los distintos orgánulos membranosos.
- Citoplasma: presenta una gran sencillez estructural con respecto al de las células eucarióticas; observado al M.E. presenta aspecto granuloso debido a los numerosos ribosomas que contiene; éstos tienen la misma composición y estructura que en la célula eucariótica, pero son más pequeños (70S). Se observan también una gran variedad de granulaciones llamadas inclusiones, que contituyen generalmente, un depósito de sustancias de reserva, como, p.e., de glucosa, de triglicéridos, de Fe, de CO3Ca, de ácido fosfórico, etc..
- Material genético: en la zona central de la célula se observa una región menos densa que el citoplasma circundante y de aspecto fibroso llamada nucleoide, que no es un núcleo pues no está rodeada de membrana; en ella se localiza una molécula de ADN en doble hélice y de forma circular, asociada a proteínas no histónicas, que se conoce como “cromosoma bacteriano”. Muchas bacterias presentan también, dispersas por el citoplasma, otras moléculas de ADN circular más pequeñas llamadas plásmidos; contienen información genética para funciones específicas como la resistencia a los antibióticos.
- Flagelos: son apéndices largos y delgados que sirven como medio de locomoción. No existen en todas las bacterias y presentan una estructura diferente a los de las células eucarióticas.