A lo largo del siglo XIX, una tradición conocida como Culture and Society emerge en Gran-Bretaña creada por las figuras intelectuales del humanismo romántico. Más allá de sus diferencias ideológicas, denuncian los daños provocados por la "vida mecanizada" bajo el efecto de la civilización moderna. La identidad nacional se enfrenta entonces al triunfo de la clase media que descalifica el arte considerado como un adorno no rentable, en un contexto de pérdida de influencia de la aristocracia hereditaria y de irrupción de las clases populares. El concepto de cultura se convierte en la piedra angular de una filosofía moral y política, cuyo símbolo y vector es la literatura. El contacto con las obras tiene que modificar el horizonte de sensibilidades de una sociedad encadenada a la ideología de los hechos. Hacia el final del siglo, la creencia en el poder purificador de la creación imaginaria a la hora de transmitir los valores cívicos a las clases emergentes encuentra su campo de aplicación privilegiado en la puesta en marcha de unos estudios sobre la literatura inglesa: los English Studies. Las controversias sobre los públicos a los que son susceptibles de dirigirse acompañan la lenta gestación de una concepción socio-histórica de la idea de cultura que conduce a la creación de los cultural studies.
A lo largo del siglo XIX, una tradición conocida como Culture and Society emerge en Gran-Bretaña creada por las figuras intelectuales del humanismo romántico. Más allá de sus diferencias ideológicas, denuncian los daños provocados por la "vida mecanizada" bajo el efecto de la civilización moderna. La identidad nacional se enfrenta entonces al triunfo de la clase media que descalifica el arte considerado como un adorno no rentable, en un contexto de pérdida de influencia de la aristocracia hereditaria y de irrupción de las clases populares. El concepto de cultura se convierte en la piedra angular de una filosofía moral y política, cuyo símbolo y vector es la literatura. El contacto con las obras tiene que modificar el horizonte de sensibilidades de una sociedad encadenada a la ideología de los hechos. Hacia el final del siglo, la creencia en el poder purificador de la creación imaginaria a la hora de transmitir los valores cívicos a las clases emergentes encuentra su campo de aplicación privilegiado en la puesta en marcha de unos estudios sobre la literatura inglesa: los English Studies. Las controversias sobre los públicos a los que son susceptibles de dirigirse acompañan la lenta gestación de una concepción socio-histórica de la idea de cultura que conduce a la creación de los cultural studies.