Las capelinas, esas bases en la que se asienta el sombrero, solo pueden fabricarse en Ecuador, por lo que vienen directamente de talleres artesanos de ese país. La realización de estas capelinas constituyen un trabajo ancestral y artesanal, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en el años 2012 por la UNESCO.
La planta de la que proviene es una palma, de la que se cortan las hojas y se tratan con sumo cuidado. Para tejerlos se usa la técnica denominada “cangrejo”. Esta consiste en tomar ocho hebras y cruzarlas para luego ir aumentándolas, con lo cual, al terminar el sombrero se ha pasado de 8 a más de 3.000 hebras.
Esta técnica de tejido implica llevar a cabo 26 pasos, que incluyen cortar, seleccionar, abrir las hebras, estirar, alisar, descoronar y despeluzar.
Es importante resaltar que la plantilla es el origen común de todos los sombreros, determina el grado de calidad de la pieza y puede llevar hasta 8 semanas de trabajo.
Respuesta:
Las capelinas, esas bases en la que se asienta el sombrero, solo pueden fabricarse en Ecuador, por lo que vienen directamente de talleres artesanos de ese país. La realización de estas capelinas constituyen un trabajo ancestral y artesanal, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en el años 2012 por la UNESCO.
La planta de la que proviene es una palma, de la que se cortan las hojas y se tratan con sumo cuidado. Para tejerlos se usa la técnica denominada “cangrejo”. Esta consiste en tomar ocho hebras y cruzarlas para luego ir aumentándolas, con lo cual, al terminar el sombrero se ha pasado de 8 a más de 3.000 hebras.
Esta técnica de tejido implica llevar a cabo 26 pasos, que incluyen cortar, seleccionar, abrir las hebras, estirar, alisar, descoronar y despeluzar.
Es importante resaltar que la plantilla es el origen común de todos los sombreros, determina el grado de calidad de la pieza y puede llevar hasta 8 semanas de trabajo.
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