Nace de la degradación de dos elementos: la Roca Madre y la Materia Orgánica M.O.
La Roca Madre y la M.O. se degradan en partículas cada vez más pequeñas hasta sus elementos minerales básicos que las constituyen.
En el “estado coloidal” las partículas no se reconocen y no se pueden unir a otros elementos. Los coloides básicos, arcillas (procedentes de las rocas) y humus (procedentes de la M.O.) pueden unirse a algunos elementos minerales simples (calcio, hierro, magnesio, sodio, fósforo) y forman “agregados o grumos” (coloides floculados no dispersos en agua).
El complejo “húmico-arcilloso” (la buena tierra de cultivo) se forma en ese momento con coloides floculados, unión de coloides con los elementos minerales simples.
No todos los elementos minerales simples unen a las partículas coloidales con la misma estabilidad. El Calcio y el Hierro se unen a los coloides del suelo de una forma estable, consolidando esa unión.
LA FORMACIÓN DEL SUELO
Nace de la degradación de dos elementos: la Roca Madre y la Materia Orgánica M.O.
La Roca Madre y la M.O. se degradan en partículas cada vez más pequeñas hasta sus elementos minerales básicos que las constituyen.
En el “estado coloidal” las partículas no se reconocen y no se pueden unir a otros elementos. Los coloides básicos, arcillas (procedentes de las rocas) y humus (procedentes de la M.O.) pueden unirse a algunos elementos minerales simples (calcio, hierro, magnesio, sodio, fósforo) y forman “agregados o grumos” (coloides floculados no dispersos en agua).
El complejo “húmico-arcilloso” (la buena tierra de cultivo) se forma en ese momento con coloides floculados, unión de coloides con los elementos minerales simples.
No todos los elementos minerales simples unen a las partículas coloidales con la misma estabilidad. El Calcio y el Hierro se unen a los coloides del suelo de una forma estable, consolidando esa unión.