No solo por la fama de películas como Jurassic Park sino porque directamente son impresionantes, en ciencia uno de los temas más populares son los dinosaurios. Incluso sus meros esqueletos fosilizados en los museos son extraordinarios. Pero… ¿cómo se crean esos esqueletos de piedra?
La palabra fósil no nos da muchas pistas ya que proviene del latín fossile (que debe ser excavado), con lo cual no nos da mucha más información salvo que es algo que está bajo tierra y que el tema de los fósiles le lleva atrayendo mucho tiempo a la humanidad ya que el término lo definió Plinio el Viejo en el siglo I. Pero lo interesante es que científicamente un fósil es cualquier resto orgánico conservado; esto incluye restos directos como los propios huesos de un dinosaurio, troncos petrificados, excrementos petrificados o el exoesqueleto de un invertebrado. El truco es que la definición también incluye los indicadores de actividad orgánica, es decir, que si no tenemos la pata de un dinosaurio pero sí su huella eso también es un fósil. A estos fósiles se les llama restos indirectos. Y si nos ponemos a coleccionar fósiles nos daremos cuenta que la mayor parte de ellos proceden de rocas sedimentarias (básicamente son rocas que se forman de otros tipos de rocas que dan lugar a sedimentos como pueden ser el barro o el lecho de los ríos).
El proceso de formación básico de la mayor parte de los fósiles se basa en el enterramiento: un enterramiento rápido bajo toneladas y toneladas de barro permiten aislar rápidamente los restos orgánicos de muchos de los elementos que podrían deteriorarlos con el tiempo: lluvias, carroñeros, etc. Y todos estos elementos deben ser inutilizados si queremos que los restos orgánicos se puedan conservar durante millones de años para luego pasar a nuestros museos. A esta fase inicial de enterramiento le sigue una lenta fase de mineralización de las partes orgánicas donde no solo se pueden conservar huesos, sino que con un poco de suerte incluso se pueden fosilizar las partes blandas del organismo y otras estructuras como plumas. De hecho, en los últimos años incluso se han llegado a detectar restos fósiles de proteínas en huesos de dinosaurio.
La pega de todo este proceso es que limita la aparición de fósiles a las zonas o momentos donde las rocas sedimentarias son importantes. Sin embargo, es verdad que hay algunos ejemplos de restos en otros tipos de rocas como por ejemplo fósiles de huellas de animales caminando por cenizas volcánicas. Y la realidad es que pese a todas estas complicaciones, los paleontólogos poco a poco van reconstruyendo nuestro pasado como si fuera el esqueleto de un dinosaurio.
Por Marian Krawstor .
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camila079087
El proceso implica la incorporación de restos orgánicos desde la biosfera a la litosfera y requiere una serie de cambios físicos y químicos muy complejos.
Respuesta:
Explicación:
No solo por la fama de películas como Jurassic Park sino porque directamente son impresionantes, en ciencia uno de los temas más populares son los dinosaurios. Incluso sus meros esqueletos fosilizados en los museos son extraordinarios. Pero… ¿cómo se crean esos esqueletos de piedra?
La palabra fósil no nos da muchas pistas ya que proviene del latín fossile (que debe ser excavado), con lo cual no nos da mucha más información salvo que es algo que está bajo tierra y que el tema de los fósiles le lleva atrayendo mucho tiempo a la humanidad ya que el término lo definió Plinio el Viejo en el siglo I. Pero lo interesante es que científicamente un fósil es cualquier resto orgánico conservado; esto incluye restos directos como los propios huesos de un dinosaurio, troncos petrificados, excrementos petrificados o el exoesqueleto de un invertebrado. El truco es que la definición también incluye los indicadores de actividad orgánica, es decir, que si no tenemos la pata de un dinosaurio pero sí su huella eso también es un fósil. A estos fósiles se les llama restos indirectos. Y si nos ponemos a coleccionar fósiles nos daremos cuenta que la mayor parte de ellos proceden de rocas sedimentarias (básicamente son rocas que se forman de otros tipos de rocas que dan lugar a sedimentos como pueden ser el barro o el lecho de los ríos).
El proceso de formación básico de la mayor parte de los fósiles se basa en el enterramiento: un enterramiento rápido bajo toneladas y toneladas de barro permiten aislar rápidamente los restos orgánicos de muchos de los elementos que podrían deteriorarlos con el tiempo: lluvias, carroñeros, etc. Y todos estos elementos deben ser inutilizados si queremos que los restos orgánicos se puedan conservar durante millones de años para luego pasar a nuestros museos. A esta fase inicial de enterramiento le sigue una lenta fase de mineralización de las partes orgánicas donde no solo se pueden conservar huesos, sino que con un poco de suerte incluso se pueden fosilizar las partes blandas del organismo y otras estructuras como plumas. De hecho, en los últimos años incluso se han llegado a detectar restos fósiles de proteínas en huesos de dinosaurio.
La pega de todo este proceso es que limita la aparición de fósiles a las zonas o momentos donde las rocas sedimentarias son importantes. Sin embargo, es verdad que hay algunos ejemplos de restos en otros tipos de rocas como por ejemplo fósiles de huellas de animales caminando por cenizas volcánicas. Y la realidad es que pese a todas estas complicaciones, los paleontólogos poco a poco van reconstruyendo nuestro pasado como si fuera el esqueleto de un dinosaurio.
Por Marian Krawstor .
Espero que te sirva :D