1. Lo primero que debes decidir es como recabarás la información que estará presente en tu crónica. Dependiendo de qué tipo de crónica quieras escribir existirán distintas formas de involucrarte con la información. No es lo mismo escribir una crónica acerca de tus propios viajes por el mundo, que escribir una crónica deportiva acerca de un equipo importante en tú país. En el primer caso, tu rol es el de observador-participante, porque eres quien observa la realidad que presentas en tu crónica y además quien la registra y participa de ella. En el segundo caso eres solo observador, pues eres quien describe y narra los sucesos sin participar de ellos, ya sea investigando datos o rescatando información a través de entrevistas o conversaciones informales.
2. Lo segundo es escoger el nivel de compromiso que tu crónica tendrá con la objetividad, existen crónicas que son sumamente objetivas (informativa), así como hay otras que son más bien subjetivas y que dejan entrever opiniones personales del emisor (interpretativas). Sea cual sea el que escojas, dependerá del medio en el que estés escribiendo tu crónica. Lo importante es que los hechos presentados en tu crónica demuestren que existe una labor de registro y un conocimiento por parte del emisor respecto a los hechos de la realidad que está presentando. Por ejemplo, si tu crónica narra la historia de un criminal que realmente existió en la ciudad de Buenos Aires, se espera que el emisor/investigador conozca en detalle no solo la historia del criminal, sino también aspectos relacionados a la ciudad de Buenos Aires.
3. Escoger qué crónica escribirás. Dependiendo del tema que escojas tu crónica puede ser: Política, deportiva, social o cultural, así como de viaje. Sin importar cual escojas, la clave para que ésta sea una crónica está en el nivel de detalle con el que se narran sucesos que efectivamente sucedieron. He allí la estrecha relación entre una crónica y el género periodístico. Debes imaginar que al estar escribiendo una crónica haz decidido conocer los pormenores de un hecho que una noticia difícilmente podría abarcar. Así mismo, una crónica de viaje rescatará aspectos de un viaje de manera secuencial y con el fin de compartir con un receptor los pormenores de éste.
4. Respetar estructura narrativa, pero considerar detalles y aspectos emotivos. La crónica respeta una estructura narrativo-descriptiva. Puedes decidir partir desde el final de los hechos para volver al comienzo, o partir linealmente desde un tiempo pasado. Escribe como usualmente escribirías cualquier relato, pero sin perder de vista la realidad. La crónica es un género que ofrece muchas libertades creativas, es por esto que es difícil descubrir dónde está el límite de la crónica a la hora de categorizarla como texto literario o no literario. Hay un propósito estético, sin embargo también hay un compromiso con la realidad.
5. Por último, la mayoría de las crónicas están escritas en primera persona, ya sea como narrador-protagonista o narrador-testigo. Aprovecha las ventajas de escribir en primera persona para así ir construyendo de manera gradual un estilo personal. La mayoría de los cronistas, ya sea en medios de prensa o como escritores más comprometidos con la ficción, poseen un estilo personal que caracteriza y que insta a sus lectores a buscarlos con entusiasmo.
Respuesta:
1. Lo primero que debes decidir es como recabarás la información que estará presente en tu crónica. Dependiendo de qué tipo de crónica quieras escribir existirán distintas formas de involucrarte con la información. No es lo mismo escribir una crónica acerca de tus propios viajes por el mundo, que escribir una crónica deportiva acerca de un equipo importante en tú país. En el primer caso, tu rol es el de observador-participante, porque eres quien observa la realidad que presentas en tu crónica y además quien la registra y participa de ella. En el segundo caso eres solo observador, pues eres quien describe y narra los sucesos sin participar de ellos, ya sea investigando datos o rescatando información a través de entrevistas o conversaciones informales.
2. Lo segundo es escoger el nivel de compromiso que tu crónica tendrá con la objetividad, existen crónicas que son sumamente objetivas (informativa), así como hay otras que son más bien subjetivas y que dejan entrever opiniones personales del emisor (interpretativas). Sea cual sea el que escojas, dependerá del medio en el que estés escribiendo tu crónica. Lo importante es que los hechos presentados en tu crónica demuestren que existe una labor de registro y un conocimiento por parte del emisor respecto a los hechos de la realidad que está presentando. Por ejemplo, si tu crónica narra la historia de un criminal que realmente existió en la ciudad de Buenos Aires, se espera que el emisor/investigador conozca en detalle no solo la historia del criminal, sino también aspectos relacionados a la ciudad de Buenos Aires.
3. Escoger qué crónica escribirás. Dependiendo del tema que escojas tu crónica puede ser: Política, deportiva, social o cultural, así como de viaje. Sin importar cual escojas, la clave para que ésta sea una crónica está en el nivel de detalle con el que se narran sucesos que efectivamente sucedieron. He allí la estrecha relación entre una crónica y el género periodístico. Debes imaginar que al estar escribiendo una crónica haz decidido conocer los pormenores de un hecho que una noticia difícilmente podría abarcar. Así mismo, una crónica de viaje rescatará aspectos de un viaje de manera secuencial y con el fin de compartir con un receptor los pormenores de éste.
4. Respetar estructura narrativa, pero considerar detalles y aspectos emotivos. La crónica respeta una estructura narrativo-descriptiva. Puedes decidir partir desde el final de los hechos para volver al comienzo, o partir linealmente desde un tiempo pasado. Escribe como usualmente escribirías cualquier relato, pero sin perder de vista la realidad. La crónica es un género que ofrece muchas libertades creativas, es por esto que es difícil descubrir dónde está el límite de la crónica a la hora de categorizarla como texto literario o no literario. Hay un propósito estético, sin embargo también hay un compromiso con la realidad.
5. Por último, la mayoría de las crónicas están escritas en primera persona, ya sea como narrador-protagonista o narrador-testigo. Aprovecha las ventajas de escribir en primera persona para así ir construyendo de manera gradual un estilo personal. La mayoría de los cronistas, ya sea en medios de prensa o como escritores más comprometidos con la ficción, poseen un estilo personal que caracteriza y que insta a sus lectores a buscarlos con entusiasmo.