Casi nadie sabe a qué jugaban los niños indígenas. De hecho, en algunos pueblos no hay siquiera referencias orales que den alguna pista.
Son los aimaras y mapuches quienes entregan más detalles, aunque para ellos, los conceptos "regalo", como obsequio o presente, y "Navidad" no existían. Ambos no son parte de sus tradiciones.
Para los mapuches, los primeros acercamientos a las tradiciones navideñas se producen con la llegada de los conquistadores españoles.
Para los pueblos aimaras es más nuevo, no más de medio siglo, según explica Alejandro Supanta Cayo, encargado de cultura de la Oficina de Conadi en Arica.
"No es una festividad nuestra. Se ha asumido porque venían del mundo urbano personas que para estas fiestas traían juguetes a nuestros niños. Es la primera ocasión formal en que conocemos los conceptos de regalos y juguetes", acota.
No hay muchos datos, "pero sabemos, por los relatos de los ancianos, que los niños jugaban con objetos cotidianos, como restos de los animales muertos", agrega.
No se hacían juguetes especiales para ellos. Eran parte de los utensilios de uso común de la gente mayor. Como en la zona alto andina, donde hacían hondas pequeñas, similares a las que usaban para espantar animales. Así practicaban el oficio y aportaban a las tareas de la comunidad.
Lo mismo ocurría con los elementos para la labranza o el pastoreo, que les eran entregados cuando se hacían el "corte de pelo", ritual del paso de guagua a niño. También cuando se destacaban en alguna tarea positiva para la comunidad.
Respuesta:
Casi nadie sabe a qué jugaban los niños indígenas. De hecho, en algunos pueblos no hay siquiera referencias orales que den alguna pista.
Son los aimaras y mapuches quienes entregan más detalles, aunque para ellos, los conceptos "regalo", como obsequio o presente, y "Navidad" no existían. Ambos no son parte de sus tradiciones.
Para los mapuches, los primeros acercamientos a las tradiciones navideñas se producen con la llegada de los conquistadores españoles.
Para los pueblos aimaras es más nuevo, no más de medio siglo, según explica Alejandro Supanta Cayo, encargado de cultura de la Oficina de Conadi en Arica.
"No es una festividad nuestra. Se ha asumido porque venían del mundo urbano personas que para estas fiestas traían juguetes a nuestros niños. Es la primera ocasión formal en que conocemos los conceptos de regalos y juguetes", acota.
No hay muchos datos, "pero sabemos, por los relatos de los ancianos, que los niños jugaban con objetos cotidianos, como restos de los animales muertos", agrega.
No se hacían juguetes especiales para ellos. Eran parte de los utensilios de uso común de la gente mayor. Como en la zona alto andina, donde hacían hondas pequeñas, similares a las que usaban para espantar animales. Así practicaban el oficio y aportaban a las tareas de la comunidad.
Lo mismo ocurría con los elementos para la labranza o el pastoreo, que les eran entregados cuando se hacían el "corte de pelo", ritual del paso de guagua a niño. También cuando se destacaban en alguna tarea positiva para la comunidad.
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