Comúnmente, llamamos observación al acto de emplear la vista para obtener información a partir de un fenómeno de la realidad. Es una actividad común del ser humano y muchos otros animales dotados de distintos mecanismos de visión, que consisten en captar diversos tipos de radiación electromagnética (eso que llamamos luz).
Por otro lado, se llama observación también a uno de los primeros pasos de cualquier investigación que se rija por el método empírico-analítico, que es un modelo posible del método científico, muy empleado en las ciencias naturales y en las ciencias sociales. En ese sentido, la observación consiste en la recopilación directa de datos a partir de la naturaleza mediante trabajos de campo o trabajos de laboratorio.
En líneas generales, la observación es una tarea descriptiva. Es decir, señala cómo son las cosas y sirve para comprender el estado de la cuestión antes de intervenir de ninguna manera. Sin embargo, también se entiende la observación como un proceso activo de selección y clasificación mental, o sea, como una forma de ordenar lo percibido.
Además, en ámbitos determinados y muy específicos de la naturaleza, como los de la física cuántica, la observación misma de ciertos fenómenos naturales equivale a intervenir sobre ellos.
La etapa de observación suele tener un nombre específico en cada disciplina. Por ejemplo, en la medicina se la conoce como diagnóstico, y consiste en observar los síntomas del paciente para poder llegar a concluir qué enfermedad la aqueja. Por otro lado, en la psicología y medicina clínica se la conoce como triaje.
Puede servirte: Pasos del método científico
Tipos de observación
Existen muchas clasificaciones posibles para la observación. En primer lugar, se puede distinguir entre:
La observación directa. Que se produce cuando el investigador está en contacto sin intermediarios con el fenómeno observado;
La observación indirecta. En la que es imposible estar en contacto con el fenómeno, pero se lo puede observar a través de otros elementos cercanos o a través de su contexto.
Por otro lado, dependiendo del grado de intromisión del investigador en lo que observa, podemos diferenciar:
La observación no participante. En la que el investigador no interviene en lo observado, y su presencia no necesita ser tomada en consideración en el análisis de la información obtenida;
La observación participante. En la que el investigador sí interviene y forma parte de lo observado, alterando la información recogida y debiendo ser tomado en cuenta en el análisis.
También es posible clasificar la observación de acuerdo a los protocolos que la rigen y al nivel de sistematicidad que la rige, de la siguiente manera:
La observación asistémica. Por un lado, no sigue ningún sistema ni método, sino que se basa en la apreciación libre del fenómeno por parte del investigador.
La observación semisistémica. Involucra ya un cierto nivel de predeterminación en lo observado, es decir, que ciertos elementos se fijan a priori, y se sabe qué cosa se busca observar; pero los datos obtenidos no están aún categorizados, sino que siguen siendo libres.
La observación sistémica. Por último, es aquella que intenta agrupar la información obtenida mediante la observación de acuerdo a criterios fijados a priori, aplicando una metodología y con un horizonte de resultados esperados.
Finalmente, otros tipos posibles de observación son los que distinguen en dónde se produce la observación:
La observación de campo o naturalista. En primer lugar, se produce directamente en la naturaleza, o en el contexto dado del fenómeno que se observa;
La observación de laboratorio o controlada. En cambio, se lleva a cabo en un ambiente controlado en el que las variables que intervienen en el fenómeno están conocidas de antemano y pueden ser modificadas a voluntad, o sea, un laboratorio.
Respuesta:
Comúnmente, llamamos observación al acto de emplear la vista para obtener información a partir de un fenómeno de la realidad. Es una actividad común del ser humano y muchos otros animales dotados de distintos mecanismos de visión, que consisten en captar diversos tipos de radiación electromagnética (eso que llamamos luz).
Por otro lado, se llama observación también a uno de los primeros pasos de cualquier investigación que se rija por el método empírico-analítico, que es un modelo posible del método científico, muy empleado en las ciencias naturales y en las ciencias sociales. En ese sentido, la observación consiste en la recopilación directa de datos a partir de la naturaleza mediante trabajos de campo o trabajos de laboratorio.
En líneas generales, la observación es una tarea descriptiva. Es decir, señala cómo son las cosas y sirve para comprender el estado de la cuestión antes de intervenir de ninguna manera. Sin embargo, también se entiende la observación como un proceso activo de selección y clasificación mental, o sea, como una forma de ordenar lo percibido.
Además, en ámbitos determinados y muy específicos de la naturaleza, como los de la física cuántica, la observación misma de ciertos fenómenos naturales equivale a intervenir sobre ellos.
La etapa de observación suele tener un nombre específico en cada disciplina. Por ejemplo, en la medicina se la conoce como diagnóstico, y consiste en observar los síntomas del paciente para poder llegar a concluir qué enfermedad la aqueja. Por otro lado, en la psicología y medicina clínica se la conoce como triaje.
Puede servirte: Pasos del método científico
Tipos de observación
Existen muchas clasificaciones posibles para la observación. En primer lugar, se puede distinguir entre:
La observación directa. Que se produce cuando el investigador está en contacto sin intermediarios con el fenómeno observado;
La observación indirecta. En la que es imposible estar en contacto con el fenómeno, pero se lo puede observar a través de otros elementos cercanos o a través de su contexto.
Por otro lado, dependiendo del grado de intromisión del investigador en lo que observa, podemos diferenciar:
La observación no participante. En la que el investigador no interviene en lo observado, y su presencia no necesita ser tomada en consideración en el análisis de la información obtenida;
La observación participante. En la que el investigador sí interviene y forma parte de lo observado, alterando la información recogida y debiendo ser tomado en cuenta en el análisis.
También es posible clasificar la observación de acuerdo a los protocolos que la rigen y al nivel de sistematicidad que la rige, de la siguiente manera:
La observación asistémica. Por un lado, no sigue ningún sistema ni método, sino que se basa en la apreciación libre del fenómeno por parte del investigador.
La observación semisistémica. Involucra ya un cierto nivel de predeterminación en lo observado, es decir, que ciertos elementos se fijan a priori, y se sabe qué cosa se busca observar; pero los datos obtenidos no están aún categorizados, sino que siguen siendo libres.
La observación sistémica. Por último, es aquella que intenta agrupar la información obtenida mediante la observación de acuerdo a criterios fijados a priori, aplicando una metodología y con un horizonte de resultados esperados.
Finalmente, otros tipos posibles de observación son los que distinguen en dónde se produce la observación:
La observación de campo o naturalista. En primer lugar, se produce directamente en la naturaleza, o en el contexto dado del fenómeno que se observa;
La observación de laboratorio o controlada. En cambio, se lleva a cabo en un ambiente controlado en el que las variables que intervienen en el fenómeno están conocidas de antemano y pueden ser modificadas a voluntad, o sea, un laboratorio.