No somos conscientes, en muchos casos, de lo que demás piensan de nosotros
Explicación:No somos conscientes, en muchos casos, de lo que demás piensan de nosotros. De nuestra forma de ser, de la forma de comunicarnos, de la forma de actuar, etc. Lo que nosotros pensamos de nosotros mismos no suele coincidir con lo que los demás realmente piensan de nosotros. Suele haber "diferencias" más o menos notables en cada caso.
1.Tener una buena autoestima: si tenemos poca autoestima,si nos sentimos "pequeñitos", los otros van a percibir este sentimiento y nos vamos a sentir más inseguros y vamos a ser mucho más vulnerables.Por lo tanto nuestra conducta, y la manera en cómo nos expresamos, cómo nos movemos, cómo afrontamos los conflictos también va a depender mucho de cómo nos perciben los demás.Pero cuidado, tampoco vayamos a pretender ser lo que no somos. Lo que dice el conocido refrán: "dime de lo que presumes... y te diré de lo que careces". Las personas con las que nos relacionamos no son tontas, y podemos engañar una vez o dos, pero un engaño nunca es perpetuo en el tiempo. Siempre se acaba descubriendo.
Respuesta:Cómo nos perciben los demás.
No somos conscientes, en muchos casos, de lo que demás piensan de nosotros
Explicación:No somos conscientes, en muchos casos, de lo que demás piensan de nosotros. De nuestra forma de ser, de la forma de comunicarnos, de la forma de actuar, etc. Lo que nosotros pensamos de nosotros mismos no suele coincidir con lo que los demás realmente piensan de nosotros. Suele haber "diferencias" más o menos notables en cada caso.
1.Tener una buena autoestima: si tenemos poca autoestima,si nos sentimos "pequeñitos", los otros van a percibir este sentimiento y nos vamos a sentir más inseguros y vamos a ser mucho más vulnerables.Por lo tanto nuestra conducta, y la manera en cómo nos expresamos, cómo nos movemos, cómo afrontamos los conflictos también va a depender mucho de cómo nos perciben los demás.Pero cuidado, tampoco vayamos a pretender ser lo que no somos. Lo que dice el conocido refrán: "dime de lo que presumes... y te diré de lo que careces". Las personas con las que nos relacionamos no son tontas, y podemos engañar una vez o dos, pero un engaño nunca es perpetuo en el tiempo. Siempre se acaba descubriendo.