El tema de las tentaciones es un asunto que la Biblia aborda constantemente, desde los orígenes de la Creación hasta el fin de los tiempos (Cf. Gn. 3:1-6 y Ap. 20:3,8). Desde el punto de vista bíblico, la tentación no sólo significa "inducir a pecar", sino también "someter a prueba" a una persona. Jesús no escapa de esta realidad que se da en todo tiempo y lugar, a pesar de su divinidad como Hijo de Dios.
El tema de las tentaciones es un asunto que la Biblia aborda constantemente, desde los orígenes de la Creación hasta el fin de los tiempos (Cf. Gn. 3:1-6 y Ap. 20:3,8). Desde el punto de vista bíblico, la tentación no sólo significa "inducir a pecar", sino también "someter a prueba" a una persona. Jesús no escapa de esta realidad que se da en todo tiempo y lugar, a pesar de su divinidad como Hijo de Dios.