aciendolo con todas las ganas y el cariño del mundo y bien hecho
EXPLICACION Anota tus ideas. Mantener un registro en un cuaderno de dibujo o en una computadora puede ayudar mucho a que las buenas ideas fluyan. Utiliza este registro para copiar al detalle cada idea que tengas respecto al juego a medida que empiezas a diseñarlo. Esto te ayudará a separar rápidamente las buenas ideas de las no tan buenas. Existen dos enfoques básicos para comenzar con tu diseño: los temas y la mecánica. Estos dos conceptos son la base de todo juego de mesa.[1]
Los temas son el “estilo” del juego y también pueden hacer referencia al “género”. Juegos como Sorry! tienen un tema simple que consiste en derrotar a tu oponente alrededor en el tablero mientras que los juegos de guerra complejos tienen como tema grandes conflictos y estrategias por parte del jugador.
La mecánica consiste en las formas básicas en las que el jugador interactúa con el juego. En Monopolio, la mecánica se centra alrededor de los dados, en la compra y venta de propiedades, y en hacer dinero. En Axis & Allies la mecánica consiste principalmente en el movimiento de piezas a lo largo de un gran tablero interconectado al mismo tiempo que se emplean los dados para resolver conflictos entre los jugadores.
No existe una manera correcta o incorrecta para comenzar a diseñar tu juego. Algunos jugadores elaboran primero una mecánica y luego crean el tema alrededor de ella, mientras que otros inventan un gran tema y en base a él adaptan la mecánica.
Determina el rango de edad para tus jugadores. Saber el rango de edad de tus jugadores potenciales te permitirá diseñar el juego tan simple o tan detallado como quieras al igual que las reglas apropiadas para la edad. Por ejemplo, si diseñas el juego para tus hijos jóvenes, querrás crear algo que sea simple, fácil de entender, divertido y que al mismo tiempo promueva la camaradería y el aprendizaje entre los niños. Si es un juego para adultos, podrías crear algo que sea más competitivo y emocionante.
Establece tus metas. Cuando tengas anotadas las ideas básicas del juego, establece algunas metas de diseño que ayuden a dar forma a tu juego. Pregúntate qué clase de experiencia quieres que tengan tus jugadores y lo que quieres que tu juego logre. Piensa en algunos de los siguientes puntos cuando te fijes tus objetivos:
Decide la cantidad de jugadores que tendrá el juego. Piensa si sería divertido con dos jugadores o si necesitaría tres o más.
Piensa en la cantidad de tiempo que quieres que dure en promedio tu juego. Toma en cuenta la primera vez que se jugará y el tiempo que se empleará para aprender a jugarlo.
Pregúntate el nivel de complejidad que quieres que tenga. Algunas personas disfrutan de los juegos que son increíblemente complejos con grandes manuales llenos de reglas, mientras que otras prefieren juegos más rápidos con sólo unas cuantas reglas básicas.
Piensa cuanto del juego dependerá de la suerte y cuanto de las habilidades.
Decide la manera en que ganarán los jugadores. El final de un juego de mesa es uno de los aspectos más cruciales, ya que el jugador necesita un objetivo que lo incentive a ganar. Ten en cuenta las diferentes maneras en las que el jugador puede ganar y tenlas en mente a medida que elaboras el juego.
Anota las reglas básicas. Estas sin duda cambiarán a lo largo del desarrollo de tu juego, pero tener un conjunto básico de reglas te permitirá comenzar rápidamente con las pruebas y la experimentación. Ten en mente tus condiciones para ganar y asegúrate de que la mecánica sea clara.
Respuesta: hola CORONITA
aciendolo con todas las ganas y el cariño del mundo y bien hecho
EXPLICACION Anota tus ideas. Mantener un registro en un cuaderno de dibujo o en una computadora puede ayudar mucho a que las buenas ideas fluyan. Utiliza este registro para copiar al detalle cada idea que tengas respecto al juego a medida que empiezas a diseñarlo. Esto te ayudará a separar rápidamente las buenas ideas de las no tan buenas. Existen dos enfoques básicos para comenzar con tu diseño: los temas y la mecánica. Estos dos conceptos son la base de todo juego de mesa.[1]
Los temas son el “estilo” del juego y también pueden hacer referencia al “género”. Juegos como Sorry! tienen un tema simple que consiste en derrotar a tu oponente alrededor en el tablero mientras que los juegos de guerra complejos tienen como tema grandes conflictos y estrategias por parte del jugador.
La mecánica consiste en las formas básicas en las que el jugador interactúa con el juego. En Monopolio, la mecánica se centra alrededor de los dados, en la compra y venta de propiedades, y en hacer dinero. En Axis & Allies la mecánica consiste principalmente en el movimiento de piezas a lo largo de un gran tablero interconectado al mismo tiempo que se emplean los dados para resolver conflictos entre los jugadores.
No existe una manera correcta o incorrecta para comenzar a diseñar tu juego. Algunos jugadores elaboran primero una mecánica y luego crean el tema alrededor de ella, mientras que otros inventan un gran tema y en base a él adaptan la mecánica.
Determina el rango de edad para tus jugadores. Saber el rango de edad de tus jugadores potenciales te permitirá diseñar el juego tan simple o tan detallado como quieras al igual que las reglas apropiadas para la edad. Por ejemplo, si diseñas el juego para tus hijos jóvenes, querrás crear algo que sea simple, fácil de entender, divertido y que al mismo tiempo promueva la camaradería y el aprendizaje entre los niños. Si es un juego para adultos, podrías crear algo que sea más competitivo y emocionante.
Establece tus metas. Cuando tengas anotadas las ideas básicas del juego, establece algunas metas de diseño que ayuden a dar forma a tu juego. Pregúntate qué clase de experiencia quieres que tengan tus jugadores y lo que quieres que tu juego logre. Piensa en algunos de los siguientes puntos cuando te fijes tus objetivos:
Decide la cantidad de jugadores que tendrá el juego. Piensa si sería divertido con dos jugadores o si necesitaría tres o más.
Piensa en la cantidad de tiempo que quieres que dure en promedio tu juego. Toma en cuenta la primera vez que se jugará y el tiempo que se empleará para aprender a jugarlo.
Pregúntate el nivel de complejidad que quieres que tenga. Algunas personas disfrutan de los juegos que son increíblemente complejos con grandes manuales llenos de reglas, mientras que otras prefieren juegos más rápidos con sólo unas cuantas reglas básicas.
Piensa cuanto del juego dependerá de la suerte y cuanto de las habilidades.
Decide la manera en que ganarán los jugadores. El final de un juego de mesa es uno de los aspectos más cruciales, ya que el jugador necesita un objetivo que lo incentive a ganar. Ten en cuenta las diferentes maneras en las que el jugador puede ganar y tenlas en mente a medida que elaboras el juego.
Anota las reglas básicas. Estas sin duda cambiarán a lo largo del desarrollo de tu juego, pero tener un conjunto básico de reglas te permitirá comenzar rápidamente con las pruebas y la experimentación. Ten en mente tus condiciones para ganar y asegúrate de que la mecánica sea clara.