1) un vaso medidor. Es posible que tengamos alguno por casa que prácticamente no utilizamos nunca, pero si no es el caso, podemos comprar uno en cualquier bazar oriental por menos de 1 euro, y ya nos irá la mar de bien.
y 2) un embudo.
El embudo puede ser, perfectamente, cualquiera de los que normalmente usemos por casa, ya que como sólo lo utilizaremos para medir agua de lluvia, después lo podremos volver a usar sin inconveniente. Igual pasa con el vaso medidor.
Simplemente con estos dos artículos y poniendo el embudo dentro del vaso medidor -para que se llene con el agua de lluvia-, ya tenemos prácticamente hecho el pluviómetro, pero antes de nada, hemos de saber qué es lo que buscamos.
La cantidad de lluvia recogida en una zona se mide en "litros por metro cuadrado", es decir se contabilizan los litros de agua que se han recogido en forma de lluvia en una superficie concreta, por convención se utiliza como base un metro cuadrado, o lo que es lo mismo, un cuadrado el cual todos sus lados miden 1 metro de lado.
Evidentemente, si tuviésemos un embudo con una superficie de 1 m2, la cantidad que recogiésemos sería la cantidad que ha llovido, pero como es un engorro, hemos de seguir un método que sea proporcional a la superficie que hayamos preparado para recibir la lluvia, en este caso el embudo.
Si bien cualquier embudo es apto para este "invento", conviene que sea igual o un poco más grande que la boca del vaso medidor, ya que cuanta más boca tenga el embudo, más agua recogerá y, en caso de lluvias prolongadas o muy copiosas, el aparato se nos llenará demasiado deprisa y tendremos que vaciarlo demasiado a menudo para que sea objetivo.
Ya tenemos el pluviómetro preparado, pero necesitamos saber el agua que podemos recoger, de tal forma que necesitamos saber la superficie de la boca del embudo que va a recoger la lluvia. En este caso, necesitamos saber un poco de matemáticas y, ante todo, la fórmula del área del círculo, que es la siguiente:
Donde Pi, corresponde a 3'1416, y "r2" al radio de la boca del embudo al cuadrado.
El radio de la boca del embudo es, simplemente, la mitad de lo que hace de punta a punta (sin medir los bordes, claro), es decir, su diámetro. Si nuestro embudo tiene un diámetro de 10 cms, su radio será de 5 cms.
Ya conociendo estos datos, sabremos la superficie de nuestro colector de lluvias:
Área del embudo= 3.1416 x 25= 78.54 cm2 Ahora ya podemos ponerlo en medio de la terraza, o balcón, o jardín, a poder ser en el sitio más despejado posible. El vaso medidor cogerá el agua que llueva, y como está marcada la capacidad -la escala principal es siempre para líquidos- sabremos cuanto ha recogido durante un tiempo determinado.
Supongamos que lo hemos dejado durante la noche, y nuestro "pluviómetro" ha recogido 150 cc. ¿Cuanto ha caído? Sencillo... volvemos a echar mano de las matemáticas, y con una simple regla de 3 lo sabremos:
Si en 78.54 cm2 han caído 150 ccEn 1 m2 (es decir, 10.000 cm2) habrán caído X Multiplicamos los 10.000 por 150 y lo que nos dé, lo dividimos entre 78.54, y nos da un resultado de 19098.54 cc, que traducido a litros (1 litro= 1000 cc) significa que ha llovido una cantidad de...
19.09 litros por metro cuadrado
Lógicamente este dato no es homologable, ya que dependemos de la fiabilidad del vaso medidor, de nuestra medición, de la horizontalidad de la boca del embudo (si está de medio lado, la superficie se reduce) y de la ubicación más o menos correcta de nuestro invento, pero al menos nos servirá para tener una idea muy aproximada de lo que ha llovido en nuestra casa sin necesidad de caros aparatos ni una gran parafernalia.
A partir de aquí, cada uno puede hacer sus propias personalizaciones, ya que pueden hacerse desde hojas de cálculo para ahorrarse el hacer las cuentas a mano, o incluso tablas de conversión de cantidades recogidas a litros por metro cuadrado, en el caso de que siempre utilicemos el mismo embudo.
Espero que este "inventillo" os sea de utilidad... ¡Y que usted lo mida bien!.
1) un vaso medidor.
Es posible que tengamos alguno por casa que prácticamente no utilizamos nunca, pero si no es el caso, podemos comprar uno en cualquier bazar oriental por menos de 1 euro, y ya nos irá la mar de bien.
y 2) un embudo.
El embudo puede ser, perfectamente, cualquiera de los que normalmente usemos por casa, ya que como sólo lo utilizaremos para medir agua de lluvia, después lo podremos volver a usar sin inconveniente. Igual pasa con el vaso medidor.
Simplemente con estos dos artículos y poniendo el embudo dentro del vaso medidor -para que se llene con el agua de lluvia-, ya tenemos prácticamente hecho el pluviómetro, pero antes de nada, hemos de saber qué es lo que buscamos.
La cantidad de lluvia recogida en una zona se mide en "litros por metro cuadrado", es decir se contabilizan los litros de agua que se han recogido en forma de lluvia en una superficie concreta, por convención se utiliza como base un metro cuadrado, o lo que es lo mismo, un cuadrado el cual todos sus lados miden 1 metro de lado.
Evidentemente, si tuviésemos un embudo con una superficie de 1 m2, la cantidad que recogiésemos sería la cantidad que ha llovido, pero como es un engorro, hemos de seguir un método que sea proporcional a la superficie que hayamos preparado para recibir la lluvia, en este caso el embudo.
Si bien cualquier embudo es apto para este "invento", conviene que sea igual o un poco más grande que la boca del vaso medidor, ya que cuanta más boca tenga el embudo, más agua recogerá y, en caso de lluvias prolongadas o muy copiosas, el aparato se nos llenará demasiado deprisa y tendremos que vaciarlo demasiado a menudo para que sea objetivo.
Ya tenemos el pluviómetro preparado, pero necesitamos saber el agua que podemos recoger, de tal forma que necesitamos saber la superficie de la boca del embudo que va a recoger la lluvia. En este caso, necesitamos saber un poco de matemáticas y, ante todo, la fórmula del área del círculo, que es la siguiente:
Donde Pi, corresponde a 3'1416, y "r2" al radio de la boca del embudo al cuadrado.
El radio de la boca del embudo es, simplemente, la mitad de lo que hace de punta a punta (sin medir los bordes, claro), es decir, su diámetro. Si nuestro embudo tiene un diámetro de 10 cms, su radio será de 5 cms.
Ya conociendo estos datos, sabremos la superficie de nuestro colector de lluvias:
Área del embudo= 3.1416 x 25= 78.54 cm2
Ahora ya podemos ponerlo en medio de la terraza, o balcón, o jardín, a poder ser en el sitio más despejado posible. El vaso medidor cogerá el agua que llueva, y como está marcada la capacidad -la escala principal es siempre para líquidos- sabremos cuanto ha recogido durante un tiempo determinado.
Supongamos que lo hemos dejado durante la noche, y nuestro "pluviómetro" ha recogido 150 cc. ¿Cuanto ha caído? Sencillo... volvemos a echar mano de las matemáticas, y con una simple regla de 3 lo sabremos:
Si en 78.54 cm2 han caído 150 ccEn 1 m2 (es decir, 10.000 cm2) habrán caído X
Multiplicamos los 10.000 por 150 y lo que nos dé, lo dividimos entre 78.54, y nos da un resultado de 19098.54 cc, que traducido a litros (1 litro= 1000 cc) significa que ha llovido una cantidad de...
19.09 litros por metro cuadrado
Lógicamente este dato no es homologable, ya que dependemos de la fiabilidad del vaso medidor, de nuestra medición, de la horizontalidad de la boca del embudo (si está de medio lado, la superficie se reduce) y de la ubicación más o menos correcta de nuestro invento, pero al menos nos servirá para tener una idea muy aproximada de lo que ha llovido en nuestra casa sin necesidad de caros aparatos ni una gran parafernalia.
A partir de aquí, cada uno puede hacer sus propias personalizaciones, ya que pueden hacerse desde hojas de cálculo para ahorrarse el hacer las cuentas a mano, o incluso tablas de conversión de cantidades recogidas a litros por metro cuadrado, en el caso de que siempre utilicemos el mismo embudo.
Espero que este "inventillo" os sea de utilidad... ¡Y que usted lo mida bien!.