Explicación:aunque uno noblo crea estas cosas ponerlas en practica ayuda al hombre en conocimiento, y di llega un momento en que el hombre cae en tentacion, el hombre al hacer esto seguido se establecera en el espiritu
De este modo Jesucristo presenta a sus interlocutores la existencia de un plan que sólo puede ser plenamente conocido y desarrollado por los creyentes y que concierne al matrimonio y a la familia. Jesucristo, al hacer referencia a la creación, manifiesta la unidad del designio de Dios sobre el hombre y se introduce en el modo humano de comprenderse a sí mismo y de construir la propia vida . De este modo se establece una relación intrínseca e inseparable entre la Revelación divina y la experiencia humana, que van a ser los dos ejes imprescindibles para el conocimiento completo de la realidad del hombre y el sentido de la misma.
Se ve así la diferencia específica con cualquier otro pretendido «modelo de familia» que excluya de raíz el matrimonio. De igual modo, el matrimonio que no se orienta a la familia, conduce a la negación propia del don de sí y a la negación de su propia misión recibida de Dios, para sustituirla con un equivocado plan humano.
El matrimonio, en la historia de la salvación
El conocimiento de esta profunda verdad del matrimonio se ofrece al hombre por medio de su propia historia, vivida como una «vocación al amor».
Inscrita en el cuerpo y en todo el ser del hombre y la mujer
«El hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente» . El plan de Dios que revela al hombre la plenitud de su vocación se ha de comprender entonces como una verdadera «vocación al amor». En la diferencia sexual está inscrita una específica llamada al amor que pertenece a la imagen de Dios .
De este modo y con estos pasos, la vocación originaria al amor va a permitir la construcción de la vida del hombre en toda su plenitud.
Incluye la tarea de la integración corpóreo-espiritual
Ese hombre, creado a imagen de Dios, es todo hombre y todo el hombre . El hombre es llamado al amor en su unidad integral de un ser corpóreo-espiritual . Nunca puede separarse la vocación al amor de la realidad corporal del hombre. Se trata de una realidad que debe ser asumida e integrada progresivamente en la personalidad por medio de la libertad del hombre.
Se da así una íntima relación de carácter moral entre la sexualidad, la afectividad y la construcción en el amor de una comunión de personas abierta a la vida.
Sólo la redención capacita para vivir el plan de Dios
Acecha constantemente la tentación del egoísmo en cualquiera de sus formas, hasta el punto de que «sin la ayuda de Dios el hombre y la mujer no pueden llegar a realizar la unión de sus vidas en orden a la cual Dios los creó ‘al comienzo’» . La Redención de Cristo devuelve al corazón del hombre la verdad original del plan de Dios y lo hace capaz de realizarla en medio de las oscuridades y obstáculos de la vida. Ese hombre llamado a la comunión con Dios, pecador y redimido, es el hombre al que la Iglesia se dirige en su misión y al cual debe devolver la esperanza de poder cumplir la plenitud de lo que anhela su corazón.
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1) Orar mas segudo
2) ayunar
3) oir alabanzas
Explicación:aunque uno noblo crea estas cosas ponerlas en practica ayuda al hombre en conocimiento, y di llega un momento en que el hombre cae en tentacion, el hombre al hacer esto seguido se establecera en el espiritu
Respuesta:
De este modo Jesucristo presenta a sus interlocutores la existencia de un plan que sólo puede ser plenamente conocido y desarrollado por los creyentes y que concierne al matrimonio y a la familia. Jesucristo, al hacer referencia a la creación, manifiesta la unidad del designio de Dios sobre el hombre y se introduce en el modo humano de comprenderse a sí mismo y de construir la propia vida . De este modo se establece una relación intrínseca e inseparable entre la Revelación divina y la experiencia humana, que van a ser los dos ejes imprescindibles para el conocimiento completo de la realidad del hombre y el sentido de la misma.
Se ve así la diferencia específica con cualquier otro pretendido «modelo de familia» que excluya de raíz el matrimonio. De igual modo, el matrimonio que no se orienta a la familia, conduce a la negación propia del don de sí y a la negación de su propia misión recibida de Dios, para sustituirla con un equivocado plan humano.
El matrimonio, en la historia de la salvación
El conocimiento de esta profunda verdad del matrimonio se ofrece al hombre por medio de su propia historia, vivida como una «vocación al amor».
Inscrita en el cuerpo y en todo el ser del hombre y la mujer
«El hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente» . El plan de Dios que revela al hombre la plenitud de su vocación se ha de comprender entonces como una verdadera «vocación al amor». En la diferencia sexual está inscrita una específica llamada al amor que pertenece a la imagen de Dios .
De este modo y con estos pasos, la vocación originaria al amor va a permitir la construcción de la vida del hombre en toda su plenitud.
Incluye la tarea de la integración corpóreo-espiritual
Ese hombre, creado a imagen de Dios, es todo hombre y todo el hombre . El hombre es llamado al amor en su unidad integral de un ser corpóreo-espiritual . Nunca puede separarse la vocación al amor de la realidad corporal del hombre. Se trata de una realidad que debe ser asumida e integrada progresivamente en la personalidad por medio de la libertad del hombre.
Se da así una íntima relación de carácter moral entre la sexualidad, la afectividad y la construcción en el amor de una comunión de personas abierta a la vida.
Sólo la redención capacita para vivir el plan de Dios
Acecha constantemente la tentación del egoísmo en cualquiera de sus formas, hasta el punto de que «sin la ayuda de Dios el hombre y la mujer no pueden llegar a realizar la unión de sus vidas en orden a la cual Dios los creó ‘al comienzo’» . La Redención de Cristo devuelve al corazón del hombre la verdad original del plan de Dios y lo hace capaz de realizarla en medio de las oscuridades y obstáculos de la vida. Ese hombre llamado a la comunión con Dios, pecador y redimido, es el hombre al que la Iglesia se dirige en su misión y al cual debe devolver la esperanza de poder cumplir la plenitud de lo que anhela su corazón.
Explicación: