La existencia de Dios es un argumento que plantea cuestiones filosóficas fundamentales en relación con la ontología, e implica un debate entre diferentes ideas, cuya expresión habitualmente no se limita al mundo de la racionalidad, sino que se extiende al de las creencias. El teísmo y el ateísmo son las posturas teóricas favorables y contrarias a la existencia de Dios o divinidad alguna, respectivamente. Por su parte, el agnosticismo niega la posibilidad de conocer la existencia de Dios.
El debate en torno a este tema ha sido objeto de argumentos a favor y en contra, propuestos por filósofos, teólogos y otros pensadores. Los argumentos a favor de la existencia de Dios suelen incluir cuestiones metafísicas, empíricas, antropológicas y gnoseológicas. Las alegaciones en contra, suelen incluir cuestiones empíricas y razonamientos deductivos o inductivos. Sin embargo, no existe una definición universalmente aceptada de Dios. Algunas definiciones sobre Dios no son tan específicas como para permitir llegar a probar que exista una realidad que se ajuste a tales definiciones, y por lo tanto existen diferentes líneas de debate.
Aunque hace tiempo buena parte del mundo académico occidental veía la cuestión de la existencia de Dios como un tema intocable o un pseudoproblema, esta cuestión ha vuelto a suscitar debates vivos en filosofía. De hecho, se ha llegado a escribir: «En el mundo académico, Dios no está muerto en referencia a la muerte de Dios descrita por Nietzsche: volvió a la vida a finales de los años sesenta».[1]
Respuesta:
La existencia de Dios es un argumento que plantea cuestiones filosóficas fundamentales en relación con la ontología, e implica un debate entre diferentes ideas, cuya expresión habitualmente no se limita al mundo de la racionalidad, sino que se extiende al de las creencias. El teísmo y el ateísmo son las posturas teóricas favorables y contrarias a la existencia de Dios o divinidad alguna, respectivamente. Por su parte, el agnosticismo niega la posibilidad de conocer la existencia de Dios.
El debate en torno a este tema ha sido objeto de argumentos a favor y en contra, propuestos por filósofos, teólogos y otros pensadores. Los argumentos a favor de la existencia de Dios suelen incluir cuestiones metafísicas, empíricas, antropológicas y gnoseológicas. Las alegaciones en contra, suelen incluir cuestiones empíricas y razonamientos deductivos o inductivos. Sin embargo, no existe una definición universalmente aceptada de Dios. Algunas definiciones sobre Dios no son tan específicas como para permitir llegar a probar que exista una realidad que se ajuste a tales definiciones, y por lo tanto existen diferentes líneas de debate.
Aunque hace tiempo buena parte del mundo académico occidental veía la cuestión de la existencia de Dios como un tema intocable o un pseudoproblema, esta cuestión ha vuelto a suscitar debates vivos en filosofía. De hecho, se ha llegado a escribir: «En el mundo académico, Dios no está muerto en referencia a la muerte de Dios descrita por Nietzsche: volvió a la vida a finales de los años sesenta».[1]