La mejor forma de comprobar que la alternativa de solución realmente funcione es verificando los resultados finales.
Esto quiere decir que debemos chequear todos los procesos en los cuales actúa nuestra alternativa de solución y finalmente debemos verificar si el resultado es el deseado, es decir, si cumple con las características esperadas.
La mejor forma de comprobar que la alternativa de solución realmente funcione es verificando los resultados finales.
Esto quiere decir que debemos chequear todos los procesos en los cuales actúa nuestra alternativa de solución y finalmente debemos verificar si el resultado es el deseado, es decir, si cumple con las características esperadas.