¿Cómo medir la calidad de una obra artística? Esta es una pregunta imposible de responder. Cada vez que alguien se ha propuesto «medir» de algún modo una obra artística se ha metido en un jardín teórico que se ha convertido en laberinto y del que no ha podido salir. Los aficionados al cine recordarán la escena de El club de los poetas muertos en la que el profesor Keating desbroza irónicamente y luego destroza la teoría de Evans Pritchard (en vídeo aquí) con la que medir la calidad literaria de una poesía por medio de una gráfica en la que se juega con las variables de la perfección y la importancia. Convengamos, por lo tanto, que cualquier intento de medir la calidad artística de la obra es mera aproximación.
Por otro lado, tendríamos la opinión opuesta, la de los que piensan que la calidad artística es una ponderación totalmente subjetiva. Que cada individuo es soberano no solo sobre sus preferencias, sino también sobre cualquier canon establecido por críticos y eruditos.
Esta es una pregunta imposible de responder. Cada vez que alguien se ha propuesto «medir» de algún modo una obra artística se ha metido en un jardín teórico que se ha convertido en laberinto y del que no ha podido salir. Los aficionados al cine recordarán la escena de El club de los poetas muertos en la que el profesor Keating desbroza irónicamente y luego destroza la teoría de Evans Pritchard (en vídeo aquí) con la que medir la calidad literaria de una poesía por medio de una gráfica en la que se juega con las variables de la perfección y la importancia. Convengamos, por lo tanto, que cualquier intento de medir la calidad artística de la obra es mera aproximación.
Respuesta:
¿Cómo medir la calidad de una obra artística? Esta es una pregunta imposible de responder. Cada vez que alguien se ha propuesto «medir» de algún modo una obra artística se ha metido en un jardín teórico que se ha convertido en laberinto y del que no ha podido salir. Los aficionados al cine recordarán la escena de El club de los poetas muertos en la que el profesor Keating desbroza irónicamente y luego destroza la teoría de Evans Pritchard (en vídeo aquí) con la que medir la calidad literaria de una poesía por medio de una gráfica en la que se juega con las variables de la perfección y la importancia. Convengamos, por lo tanto, que cualquier intento de medir la calidad artística de la obra es mera aproximación.
Por otro lado, tendríamos la opinión opuesta, la de los que piensan que la calidad artística es una ponderación totalmente subjetiva. Que cada individuo es soberano no solo sobre sus preferencias, sino también sobre cualquier canon establecido por críticos y eruditos.
Explicación:
Respuesta:
Esta es una pregunta imposible de responder. Cada vez que alguien se ha propuesto «medir» de algún modo una obra artística se ha metido en un jardín teórico que se ha convertido en laberinto y del que no ha podido salir. Los aficionados al cine recordarán la escena de El club de los poetas muertos en la que el profesor Keating desbroza irónicamente y luego destroza la teoría de Evans Pritchard (en vídeo aquí) con la que medir la calidad literaria de una poesía por medio de una gráfica en la que se juega con las variables de la perfección y la importancia. Convengamos, por lo tanto, que cualquier intento de medir la calidad artística de la obra es mera aproximación.