Hay que distinguir entre los medios para adquirir la caridad hacia Dios y los medios para crecer en ella.
Disposiciones para "adquirir" la caridad son fundamentalmente dos.
La primera es la escucha amante de la Palabra divina; porque, humanamente hablando, cuando escuchamos hablar bien de alguien nos encendemos en su amor. Y esto hacen las divinas Escrituras que nos hablan de Dios. Por eso dice el Salmo: La palabra de Dios lo inflamaba (Sal 104,19); y los discípulos de Emaús lo experimentaron de Cristo gran exegeta cuando dicen: ¿Acaso no ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino abriéndonos de la Escrituras? (Lc 24,32).
Respuesta:
Hay que distinguir entre los medios para adquirir la caridad hacia Dios y los medios para crecer en ella.
Disposiciones para "adquirir" la caridad son fundamentalmente dos.
La primera es la escucha amante de la Palabra divina; porque, humanamente hablando, cuando escuchamos hablar bien de alguien nos encendemos en su amor. Y esto hacen las divinas Escrituras que nos hablan de Dios. Por eso dice el Salmo: La palabra de Dios lo inflamaba (Sal 104,19); y los discípulos de Emaús lo experimentaron de Cristo gran exegeta cuando dicen: ¿Acaso no ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino abriéndonos de la Escrituras? (Lc 24,32).
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