No todo es lo que parece. Esta máxima vale para muchas cosas, incluso para la alimentación, ya que diversos productos que aparentan ser saludables no siempre lo son.
Algunos ejemplos clásicos son las barras de cereal, los cereales para desayuno, los jugos preparados, las barras de pan —incluidas las integrales—, los yogures —excepto los naturales—, la gelatina y el fiambre de pechuga de pavo.
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No todo es lo que parece. Esta máxima vale para muchas cosas, incluso para la alimentación, ya que diversos productos que aparentan ser saludables no siempre lo son.
Algunos ejemplos clásicos son las barras de cereal, los cereales para desayuno, los jugos preparados, las barras de pan —incluidas las integrales—, los yogures —excepto los naturales—, la gelatina y el fiambre de pechuga de pavo.
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