Desplazarse de una comunidad a otra en la Alta Guajira, por sus trochas polvorientas, estrechas y quebradizas, toma horas. En el camino no se ve ni un cultivo fértil, ni un animal, ni una gota de agua. En medio de ese desierto, de la nada, se levantan aulas construidas con palos de madera y enramadas en el techo, a donde en la cuarta semana de febrero del 2017 la mayoría de niños van a clase sin haber probado un bocado de comida. Y luego de la jornada escolar caminan una o dos horas a sus casas. Igual. Con hambre. Debajo del sol calcinante del mediodía.
Respuesta:
Desplazarse de una comunidad a otra en la Alta Guajira, por sus trochas polvorientas, estrechas y quebradizas, toma horas. En el camino no se ve ni un cultivo fértil, ni un animal, ni una gota de agua. En medio de ese desierto, de la nada, se levantan aulas construidas con palos de madera y enramadas en el techo, a donde en la cuarta semana de febrero del 2017 la mayoría de niños van a clase sin haber probado un bocado de comida. Y luego de la jornada escolar caminan una o dos horas a sus casas. Igual. Con hambre. Debajo del sol calcinante del mediodía.