123466jjhhhfAl formar parte de la canasta básica, medicinas y productos de consumo generalizado (que van desde alimentos industrializados hasta productos de higiene o limpieza, ropa o cualquier cosa que se vende en supermercados y otros negocios) son afectados directamente por la devaluación del peso.Si bien hasta el momento las empresas importadoras han contenido el aumento de precios, si el dólar se mantiene por arriba de los 17 pesos en lo que resta del año no hay modo de que el sector privado deje de repercutir el alza a los consumidores, advirtió Luis Enrique Zavala Gallegos, director de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm).La canasta básica, compuesta de varios productos y no sólo de alimentos frescos, no se ha encarecido aún por la devaluación pero consideró que hay alarmas naranjas o amarillaspor dicha volatilidad.Se encarecen medicinas y material médicoLas medicinas junto con el material y equipo médico ya están siendo afectados por la devaluación, porque lo que México fabrica al respecto no basta para satisfacer la demanda interna y deben importarse. Al momento, ese es uno de los sectores que está tratando de absorber el costo de la depreciación, pero si llegamos a los 17 pesos (al mayoreo) y se mantiene por más de un trimestre, afectará los costos de operación de los sectores médico y farmaquímico que no podrán detener mucho los efectos.De ahí viene la preocupación del sector privado porque si las medidas del gobierno no son suficientes y la depreciación llega a mantenerse, entonces sí habría una afectación a los bienes de consumo y a los de la canasta básica, cuyos precios en este momento están conteniéndose.El dólar, según las previsiones de la Anierm, seguirá bajando y subiendo en lo que resta del año, pero de venderse al mayoreo en 17 pesos de manera constante durante el tercer trimestre del año, las empresas tendrán que trasladar los aumentos a la gente, aunque no en la misma proporción que se dé la devaluación, dijo Zavala Gallegos, entrevistado por La Jornada.Las grandes tiendas de autoservicio o supermercados, como Walmart o Costco, son básicamente importadores de bienes de consumo y van a tener un problema de distribución porque mientras el tipo de cambio (al mayoreo) no llegue a 17 pesos todavía pueden compensar sus márgenes de costos y prepararse para las fechas navideñas concretando las compras externas que pactan con meses de antelación y que tienen que pagar en dólares, advirtió el directivo.Acotó que en productos agrícolas frescos no se tiene tanta dependencia de las importaciones e incluso el precios de varios alimentos ha bajado porque ha habido buenos niveles de producción a nivel nacional y en el mundo las materias primas registran una tendencia a la baja, lo que inclusocoadyuva a que no se note tanto la reducción del ingreso per cápita del consumidor mexicano.No obstante, hay alimentos en los que México es deficitario en la balanza comercial, como los productos lácteos de los que somos grandes importadores, además de instrumentos, maquinaria o material para labores agrícolas o de pesca que ahora son comprados más caros por las empresas y comercializadoras.Las importadoras, dijo, son las perdedoras en esta coyuntura y los sectores exportadores, como la industria manufacturera en general y entre las que destacan las ramas automotriz y la electrónica, son los ganadores porque aunque muchos de los insumos que ocupan para su producción son importados, compensan las pérdidas a la hora de exportar.AnteriorSiguienteSubir al inicio del texto