Febres-Cordero nació el 7 de noviembre de 1854, en Cuenca. No caminó sino hasta los 5 años, pues tenía una deformación notable en los pies. A esa edad llamó a su tía para decirle que en su rosal había una dama hermosa vestida de blanco
Cuando Miguel Febres era muy niño, todos le tenían lástima por sus pies deformes. Pero pocos educadores han llegado tan lejos como él en éxitos educativos.
El día de su nacimiento en Cuenca, Ecuador, el 7 de noviembre de 1854, sus padres tuvieron una gran tristeza al ver que el niño tenía los pies deformes. Y a los cinco años el pequeñín todavía no había dado los primeros pasos.
Pero sucedió que un día observando un rosal florecido en el jardín de su casa gritó: "Miren qué hermosa es la señora que está sobre las rosas". Acudieron los familiares pero no vieron nada especial; sin embargo el niño seguía diciendo: "Miren cómo es de hermosa. Tiene un vestido blanco y un manto azul y me llama". Y luego todos quedaron maravillados al ver que el niño se levantó y comenzó a caminar. Estaba curado. La Virgen había empezado a ayudarle de manera impresionante.
Respuesta:
Febres-Cordero nació el 7 de noviembre de 1854, en Cuenca. No caminó sino hasta los 5 años, pues tenía una deformación notable en los pies. A esa edad llamó a su tía para decirle que en su rosal había una dama hermosa vestida de blanco
Respuesta:
9 de febrero
San Miguel Febres Cordero
(año 1910)
Hermano Cristiano, Educador y Publicista.
El niño de pies deformes que llegó muy lejos.
Cuando Miguel Febres era muy niño, todos le tenían lástima por sus pies deformes. Pero pocos educadores han llegado tan lejos como él en éxitos educativos.
El día de su nacimiento en Cuenca, Ecuador, el 7 de noviembre de 1854, sus padres tuvieron una gran tristeza al ver que el niño tenía los pies deformes. Y a los cinco años el pequeñín todavía no había dado los primeros pasos.
Pero sucedió que un día observando un rosal florecido en el jardín de su casa gritó: "Miren qué hermosa es la señora que está sobre las rosas". Acudieron los familiares pero no vieron nada especial; sin embargo el niño seguía diciendo: "Miren cómo es de hermosa. Tiene un vestido blanco y un manto azul y me llama". Y luego todos quedaron maravillados al ver que el niño se levantó y comenzó a caminar. Estaba curado. La Virgen había empezado a ayudarle de manera impresionante.