Para que un ecosistema pueda funcionar necesita de un aporte energético que llega a la biosfera en forma principalmente de energía lumínica, la cual proviene del Sol y a la que se le llama comúnmente flujo de energía (algunos sistemas marinos excepcionales no obtienen energía del sol sino de fuentes hidrotermales).
Para que un ecosistema pueda funcionar necesita de un aporte energético que llega a la biosfera en forma principalmente de energía lumínica, la cual proviene del Sol y a la que se le llama comúnmente flujo de energía (algunos sistemas marinos excepcionales no obtienen energía del sol sino de fuentes hidrotermales).
Para que un ecosistema pueda funcionar necesita de un aporte energético que llega a la biosfera en forma principalmente de energía lumínica, la cual proviene del Sol y a la que se le llama comúnmente flujo de energía (algunos sistemas marinos excepcionales no obtienen energía del sol sino de fuentes hidrotermales).
Para que un ecosistema pueda funcionar necesita de un aporte energético que llega a la biosfera en forma principalmente de energía lumínica, la cual proviene del Sol y a la que se le llama comúnmente flujo de energía (algunos sistemas marinos excepcionales no obtienen energía del sol sino de fuentes hidrotermales).