La región binacional ha tenido un rápido crecimiento en los últimos 20 años, rebasando la capacidad de sus organizaciones para planificar y controlar esta evolución. Las necesidades de la población se han multiplicado varias veces, tanto en los sectores urbanos como rurales, sin que estén siendo atendidos eficientemente.
El crecimiento poblacional debe ir acompañado de la provisión de infraestructura y servicios urbanos, asi como de una planificación, para que no se produzca en forma caótica y desordenada, como ha sucedido con algunos centros en el pasado.
A mas de planificar el crecimiento de los poblados más dinámicos, se deben orientar acciones a mejorar los atractivos y la base productiva del área de influencia de otros centros, para conseguir un crecimiento más uniforme y aliviar la presión sobre poblaciones como Orito y Lago Agrio.
La actual estructura administrativa no responde a la evolución regional, ya que concentra muchas funciones en las capitales de Intendencia y Provincia, sin prestar adecuada cobertura ni a los sectores de mayor población ni a las áreas rurales. Las instituciones encargadas de la coordinación tienen poca jerarquía, escasos recursos y bajo nivel político, sin que puedan cumplir efectivamente su cometido.
Las prioridades de acción se fijan a nivel sectorial, con gran peso en el sector petrolero, que poco o nada coordina con los otros sectores. En consecuencia, los proyectos e inversiones poco responden a los enunciados de política y objetivos globales de desarrollo.
Frente a este panorama, se requiere racionalizar la realización de inversiones y provisión de servicios, fortaleciendo las instituciones de planificación, coordinación y ejecución de obras regionales, principalmente dotándolas de personal técnico adecuado y recursos económicos suficientes para implementar el Plan de Desarrollo que se encuentra en elaboración.
Dado que el Plan tendrá componentes binacionales, es fundamental el fortalecimiento de la Comisión Mixta de Cooperación Amazónica Colombo-Ecuatoriana (COMCAE) que tiene las funciones de facilitar las relaciones entre los países y viabilizar la ejecución conjunta de acciones. Esta Comisión deberá contar con una Unidad Técnica independiente, con personal y recursos asignados exclusivamente al Plan San Miguel Putumayo, en las fases finales de planificación y en los períodos de financiamiento y ejecución.
Las necesidades regionales son múltiples, por lo que se debe optimizar la utilización de los recursos disponibles. Esto sólo será posible fortaleciendo los mecanismos de coordinación regional a todo nivel, desde el seccional hasta el binacional.
Respuesta:
La región binacional ha tenido un rápido crecimiento en los últimos 20 años, rebasando la capacidad de sus organizaciones para planificar y controlar esta evolución. Las necesidades de la población se han multiplicado varias veces, tanto en los sectores urbanos como rurales, sin que estén siendo atendidos eficientemente.
El crecimiento poblacional debe ir acompañado de la provisión de infraestructura y servicios urbanos, asi como de una planificación, para que no se produzca en forma caótica y desordenada, como ha sucedido con algunos centros en el pasado.
A mas de planificar el crecimiento de los poblados más dinámicos, se deben orientar acciones a mejorar los atractivos y la base productiva del área de influencia de otros centros, para conseguir un crecimiento más uniforme y aliviar la presión sobre poblaciones como Orito y Lago Agrio.
La actual estructura administrativa no responde a la evolución regional, ya que concentra muchas funciones en las capitales de Intendencia y Provincia, sin prestar adecuada cobertura ni a los sectores de mayor población ni a las áreas rurales. Las instituciones encargadas de la coordinación tienen poca jerarquía, escasos recursos y bajo nivel político, sin que puedan cumplir efectivamente su cometido.
Las prioridades de acción se fijan a nivel sectorial, con gran peso en el sector petrolero, que poco o nada coordina con los otros sectores. En consecuencia, los proyectos e inversiones poco responden a los enunciados de política y objetivos globales de desarrollo.
Frente a este panorama, se requiere racionalizar la realización de inversiones y provisión de servicios, fortaleciendo las instituciones de planificación, coordinación y ejecución de obras regionales, principalmente dotándolas de personal técnico adecuado y recursos económicos suficientes para implementar el Plan de Desarrollo que se encuentra en elaboración.
Dado que el Plan tendrá componentes binacionales, es fundamental el fortalecimiento de la Comisión Mixta de Cooperación Amazónica Colombo-Ecuatoriana (COMCAE) que tiene las funciones de facilitar las relaciones entre los países y viabilizar la ejecución conjunta de acciones. Esta Comisión deberá contar con una Unidad Técnica independiente, con personal y recursos asignados exclusivamente al Plan San Miguel Putumayo, en las fases finales de planificación y en los períodos de financiamiento y ejecución.
Las necesidades regionales son múltiples, por lo que se debe optimizar la utilización de los recursos disponibles. Esto sólo será posible fortaleciendo los mecanismos de coordinación regional a todo nivel, desde el seccional hasta el binacional.
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