En la tablada de Lurín, a 25 kilómetros al Sur de Lima, la arqueóloga Josefina Ramos halló los restos óseos de un niño de unos diez años de edad, cuya antigüedad se estima en 9,000 años. El fenómeno que aquí se habría producido estaría dado por el hecho de que el hombre frente a una gran riqueza marina y con un adecuado complemento vegetal, se habría vuelto sedentario y erigió vivienda estable, la que está representada por cubículos semisubterráneos hechos de lajas de piedra unidas con barro. A esto se agrega que construyeron, además, amplias terrazas que utilizaron para secar pescado, el cual almacenaron para después utilizarlo como elemento para su intercambio con otros productos con las tribus o pobladores vecinos.
2. El hombre de Huaca PrietaHuaca Prieta
Huaca Prieta se ubica en la playa de Chicama. Allí, el norteamericano Junius Bird descubrió, entre 1946 y 1947, un santuario. La antigüedad de los hombres que habitaron esta región es de unos 4,000 años y, de acuerdo a su género de vida, se deduce su carácter sedentario, ocupante de una vivienda semi-enterrada, rodeada por los desperdicios que se habían acumulado. No se han encontrado armas por lo que se estima el carácter pacífico del habitante, lo mismo que la menor importancia que habrían dado a las actividades de caza. El sustento diario estuvo basado en la recolecta de elementos marinos, moluscos, lobos, ballenas que morían en la playa y cuyo esqueleto les servía como paredes para sus rústicas viviendas. Practicaron intensamente la pesca con red; de otro lado, el cultivo de plantas se circunscribió al zapallo, los pallares, la calabaza y el ají. Aprovecharon el cuero y el mate como recipientes para transportar el agua. Algo muy importante fue la forma de tejido que practicaron, cuyos hilos tiñeron por frotación efectuando representaciones de figuras de animales estilizados; esto nos indicaría el nacimiento del arte textil en el antiguo Perú.
3. El Hombre de Kotosh
Hacia el Oeste de la actual ciudad de Huánuco y a una distancia de 3 kilómetros, se encuentra Kotosh. El Dr. Julio Tello, en 1935, señaló a esta zona como de gran interés arqueológico, reforzando su teoría de que el hombre de la sierra provendría de la selva. Sin embargo, fue en 1960 cuando la expedición japonesa al mando de Seiichi Izumi, removió los estratos de Kotosh dejando al descubierto el famoso Templo de las Manos Cruzadas el mismo que demuestra una antigüedad de 4,200 años. El Templo o Cámara Sagrada, está constituido por gruesos muros de piedra y barro con hornacinas trapezoidales que se levantan a 70 centímetros del suelo. En el lado norte estaba el altar mayor debajo de cuyo nicho, precisamente, se encuentra la escultura de las manos cruzadas que, posiblemente, expresan un mensaje de fe y de mística religiosa de los hombres de este tiempo. De esta manera Kotosh se nos presenta como la primera arquitectura monumental religiosa de América; es al mismo tiempo la primera muestra escultórica de nuestro continente.
Kotosh: Manos Cruzadas4. Progresivo transito del nomadismo al sedentarismo
La actividad de una agricultura incipiente, unida a formas de ganadería y domesticación de animales, produjo un cambio notable en la manera de vivir del hombre. Este se hizo sedentario. Construyó sus viviendas, muy rústicas todavía, allí donde la exigencia del cuidado de plantas y animales se hizo necesaria. Este proceso de asentamiento y paso a la práctica agrícola fue lento y duró mucho tiempo, extendiéndose hasta, aproximadamente, el año 1500 a.C. En la localidad de Chilca estarían las viviendas de agricultores aldeanos más antiguas del Perú. Estos hombres de la época de la agricultura incipiente fueron acumulando, paulatinamente, experiencias culturales, pero sin llegar a constituir todavía una alta cultura. Así, la lucha por la implantación de la práctica agrícola fue intensa debido a la accidentada configuración de nuestro territorio. De este modo, pues, son importantes los pasos culturales que se van dando durante este largo período donde surgen el sedentarismo, la práctica agrícolo-ganadera, las formas del arte textil y la arquitectura, no así la cerámica, que sólo muestra algunas expresiones al final del período, por lo que también a esta etapa se le denomina como del pre-cerámico.
En la tablada de Lurín, a 25 kilómetros al Sur de Lima, la arqueóloga Josefina Ramos halló los restos óseos de un niño de unos diez años de edad, cuya antigüedad se estima en 9,000 años. El fenómeno que aquí se habría producido estaría dado por el hecho de que el hombre frente a una gran riqueza marina y con un adecuado complemento vegetal, se habría vuelto sedentario y erigió vivienda estable, la que está representada por cubículos semisubterráneos hechos de lajas de piedra unidas con barro. A esto se agrega que construyeron, además, amplias terrazas que utilizaron para secar pescado, el cual almacenaron para después utilizarlo como elemento para su intercambio con otros productos con las tribus o pobladores vecinos.
2. El hombre de Huaca PrietaHuaca PrietaHuaca Prieta se ubica en la playa de Chicama. Allí, el norteamericano Junius Bird descubrió, entre 1946 y 1947, un santuario. La antigüedad de los hombres que habitaron esta región es de unos 4,000 años y, de acuerdo a su género de vida, se deduce su carácter sedentario, ocupante de una vivienda semi-enterrada, rodeada por los desperdicios que se habían acumulado. No se han encontrado armas por lo que se estima el carácter pacífico del habitante, lo mismo que la menor importancia que habrían dado a las actividades de caza.
3. El Hombre de KotoshEl sustento diario estuvo basado en la recolecta de elementos marinos, moluscos, lobos, ballenas que morían en la playa y cuyo esqueleto les servía como paredes para sus rústicas viviendas. Practicaron intensamente la pesca con red; de otro lado, el cultivo de plantas se circunscribió al zapallo, los pallares, la calabaza y el ají. Aprovecharon el cuero y el mate como recipientes para transportar el agua. Algo muy importante fue la forma de tejido que practicaron, cuyos hilos tiñeron por frotación efectuando representaciones de figuras de animales estilizados; esto nos indicaría el nacimiento del arte textil en el antiguo Perú.
Hacia el Oeste de la actual ciudad de Huánuco y a una distancia de 3 kilómetros, se encuentra Kotosh. El Dr. Julio Tello, en 1935, señaló a esta zona como de gran interés arqueológico, reforzando su teoría de que el hombre de la sierra provendría de la selva.
Kotosh: Manos Cruzadas4. Progresivo transito del nomadismo al sedentarismoSin embargo, fue en 1960 cuando la expedición japonesa al mando de Seiichi Izumi, removió los estratos de Kotosh dejando al descubierto el famoso Templo de las Manos Cruzadas el mismo que demuestra una antigüedad de 4,200 años. El Templo o Cámara Sagrada, está constituido por gruesos muros de piedra y barro con hornacinas trapezoidales que se levantan a 70 centímetros del suelo. En el lado norte estaba el altar mayor debajo de cuyo nicho, precisamente, se encuentra la escultura de las manos cruzadas que, posiblemente, expresan un mensaje de fe y de mística religiosa de los hombres de este tiempo.
De esta manera Kotosh se nos presenta como la primera arquitectura monumental religiosa de América; es al mismo tiempo la primera muestra escultórica de nuestro continente.
La actividad de una agricultura incipiente, unida a formas de ganadería y domesticación de animales, produjo un cambio notable en la manera de vivir del hombre. Este se hizo sedentario. Construyó sus viviendas, muy rústicas todavía, allí donde la exigencia del cuidado de plantas y animales se hizo necesaria. Este proceso de asentamiento y paso a la práctica agrícola fue lento y duró mucho tiempo, extendiéndose hasta, aproximadamente, el año 1500 a.C. En la localidad de Chilca estarían las viviendas de agricultores aldeanos más antiguas del Perú.
Estos hombres de la época de la agricultura incipiente fueron acumulando, paulatinamente, experiencias culturales, pero sin llegar a constituir todavía una alta cultura. Así, la lucha por la implantación de la práctica agrícola fue intensa debido a la accidentada configuración de nuestro territorio. De este modo, pues, son importantes los pasos culturales que se van dando durante este largo período donde surgen el sedentarismo, la práctica agrícolo-ganadera, las formas del arte textil y la arquitectura, no así la cerámica, que sólo muestra algunas expresiones al final del período, por lo que también a esta etapa se le denomina como del pre-cerámico.