Josh81
Hacia el siglo XIV, la baja edad media se encontraba en pleno declive, y con ella parte del sistema feudal. El Sacro Imperio Romano germánico, que había luchado anteriormente contra el papado por el control de Italia y el logro de una Europa unida, se hallaba muy debilitado y fragmentado entre distintas familias nobiliarias rivales, sobre las que emergía la autoridad casi honorífica del emperador. La reorganización política se inició en Italia a fines del siglo XIII con su desvinculación del poder imperial y su fragmentación en diversas ciudades-estado que pasaron de un régimen comunal o municipal a otro señorial, ejercido por ciertas familias nobles. Más tarde, estas ciudades se convirtieron en el centro de los variados estados italianos de la época moderna (las repúblicas de Venecia y de Florencia, el ducado de Milán, el reino de Nápoles y los Estados Pontificios), que mantuvieron entre ellos constantes conflictos por lograr la hegemonía. Esta fragmentación no persistió en otros territorios europeos donde, en cambio, se configuraron diversas monarquías nacionales y autoritarias: los Reyes Católicos en España, Enrique VII en Inglaterra y Luis XI en Francia. Estos nuevos estados modernos se caracterizaron por la centralización, la organización administrativa, la creciente burocratización y la creación de un poderoso ejército. En la implantación de estos regímenes autoritarios tuvo gran importancia el cambio producido en la mentalidad política que, basándose en el derecho romano y la filosofía aristotélica, legitimaría la autoridad suprema del monarca y la existencia de un estado fuerte y organizado. La gran figura del pensamiento político fue el florentino Nicolás Maquiavelo, autor de Il príncipe (1513), donde expresaba las cualidades de todo buen gobernante.Economía
La concepción capitalista de la economía se fue conformando a lo largo del Renacimiento. Durante la Edad Media, la riqueza había sido considerada patrimonio exclusivo de la nobleza y de la Iglesia. Pero hasta que no se impuso la economía monetaria, las cosas no cambiaron realmente. Durante muchos siglos la idea de riqueza había ido unida a la de posesión de tierras, sin embargo la aparición de las monarquías autoritarias rompió el sistema estamental, al arrebatar a los señores feudales el poder político y jurídico, que hasta entonces habían ostentado. A partir de ese momento, la riqueza ya sólo podía ofrecer el poder económico y la mentalidad colectiva fue cambiando poco a poco sus criterios.
El dinero ya no tenía por qué emplearse en la compra de terrenos, pues el poder que ofrecía era el económico y ése lo daba por sí mismo. Surgió así el concepto de capital y las nuevas formas de su utilización. Con dinero se podían financiar empresas mercantiles en las que el que lo arriesgaba, tenía derecho a una ganancia, pero también se podían comprar materias primas y mano de obra que las trabajara (manufacturas a domicilio), lo que también daba derecho a un beneficio, por el simple hecho de la posesión de un capital. Así pues, el uso del dinero pronto tuvo como finalidad su propio incremento.
Esta nueva forma de entender la riqueza estuvo muy en relación con el individualismo renacentista, ya que el poder económico no exigía la vinculación a ningún estamento, ni a otros individuos (lazos personales de vasallaje o de señorío) sino que, por el contrario, el éxito económico era símbolo de éxito personal individual. La nueva mentalidad capitalista no se desarrolló de igual modo en todos los países.
2 votes Thanks 0
danbolt
podrias hacer tu respuesta mas corta y concreta?
caritolnati
Fue un caos total de todo lugar en el renacimiento era igual pues fue una época terrorífica
La reorganización política se inició en Italia a fines del siglo XIII con su desvinculación del poder imperial y su fragmentación en diversas ciudades-estado que pasaron de un régimen comunal o municipal a otro señorial, ejercido por ciertas familias nobles. Más tarde, estas ciudades se convirtieron en el centro de los variados estados italianos de la época moderna (las repúblicas de Venecia y de Florencia, el ducado de Milán, el reino de Nápoles y los Estados Pontificios), que mantuvieron entre ellos constantes conflictos por lograr la hegemonía.
Esta fragmentación no persistió en otros territorios europeos donde, en cambio, se configuraron diversas monarquías nacionales y autoritarias: los Reyes Católicos en España, Enrique VII en Inglaterra y Luis XI en Francia. Estos nuevos estados modernos se caracterizaron por la centralización, la organización administrativa, la creciente burocratización y la creación de un poderoso ejército. En la implantación de estos regímenes autoritarios tuvo gran importancia el cambio producido en la mentalidad política que, basándose en el derecho romano y la filosofía aristotélica, legitimaría la autoridad suprema del monarca y la existencia de un estado fuerte y organizado. La gran figura del pensamiento político fue el florentino Nicolás Maquiavelo, autor de Il príncipe (1513), donde expresaba las cualidades de todo buen gobernante.Economía
La concepción capitalista de la economía se fue conformando a lo largo del Renacimiento. Durante la Edad Media, la riqueza había sido considerada patrimonio exclusivo de la nobleza y de la Iglesia. Pero hasta que no se impuso la economía monetaria, las cosas no cambiaron realmente.
Durante muchos siglos la idea de riqueza había ido unida a la de posesión de tierras, sin embargo la aparición de las monarquías autoritarias rompió el sistema estamental, al arrebatar a los señores feudales el poder político y jurídico, que hasta entonces habían ostentado. A partir de ese momento, la riqueza ya sólo podía ofrecer el poder económico y la mentalidad colectiva fue cambiando poco a poco sus criterios.
El dinero ya no tenía por qué emplearse en la compra de terrenos, pues el poder que ofrecía era el económico y ése lo daba por sí mismo. Surgió así el concepto de capital y las nuevas formas de su utilización. Con dinero se podían financiar empresas mercantiles en las que el que lo arriesgaba, tenía derecho a una ganancia, pero también se podían comprar materias primas y mano de obra que las trabajara (manufacturas a domicilio), lo que también daba derecho a un beneficio, por el simple hecho de la posesión de un capital. Así pues, el uso del dinero pronto tuvo como finalidad su propio incremento.
Esta nueva forma de entender la riqueza estuvo muy en relación con el individualismo renacentista, ya que el poder económico no exigía la vinculación a ningún estamento, ni a otros individuos (lazos personales de vasallaje o de señorío) sino que, por el contrario, el éxito económico era símbolo de éxito personal individual. La nueva mentalidad capitalista no se desarrolló de igual modo en todos los países.