Para entender la conquista de Tenochtitlan, capital del Imperio Azteca (actualmente Ciudad de México), hace falta saber lo que pasó durante la Noche Triste y la Batalla de Otumba, y para conocer un poco mejor a Cortés, podríamos leer la anécdota de Pánfilo de Narvaez, o saber que partió de Santiago de Cuba con 553 soldados (32 ballesteros y 13 arcabuceros), 110 marineros, 10 cañones pesados, 4 culebrinas ligeras, 16 caballos y unos cuantos perros, de los cuales ahora no quedaba ni la mitad. Por otro lado, saber que sólo la capital Tenochtitlan tenía unos 300.000 habitantes, semejante a las poblaciones actuales de Sta. Cruz de Tenerife (220 mil) y La Laguna (90 mil) juntas, para que nos hagamos una idea de lo extensa que era la ciudad en 1521.
Pasada la fatídica Noche Triste y el encontronazo de Otumba, los españoles fueron bienvenidos en Tlaxcala, donde Cortés y sus hombres contemplaron con asombro cómo diversas delegaciones de tribus indígenas, antiguos vasallos de los aztecas, juraban ahora fidelidad a la corona de España con el objetivo de ayudar para conseguir el fin de la supremacía azteca. Algunos de estos pueblos fueron incluso enemigos de los propios tlaxcaltecas en el pasado pero ahora, vista la voluntad de los españoles por acabar con los aztecas, no encontraron mejor momento para unirse. Tanto fue el odio de los tlaxcalenses hacia los aztecas, que cuando el nuevo emperador Cuahtemoc trató de forzar una alianza contra los invasores, Tlaxcala se negó rotundamente. Recordemos que los aztecas también fueron un pueblo expansionista y opresor, que tomaban los corazones de sus víctimas mientras estaban vivos, para ofrecerlo como ofrendas a los dioses, mientras las cabezas de los dueños rodaban, escalera abajo, por las pirámides del grandioso Imperio Azteca...
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pumafernando
Fue en 1521 cuando los españoles quisieron apoderarse de tenochtitlan atacando al pueblo aztlan aztecas consiederando los españoles nueva españa pero los aztecas atacaron por sorpresa a los españoles y hernan cortes seconocio la nochetriste de hernan cortes
Para entender la conquista de Tenochtitlan, capital del Imperio Azteca (actualmente Ciudad de México), hace falta saber lo que pasó durante la Noche Triste y la Batalla de Otumba, y para conocer un poco mejor a Cortés, podríamos leer la anécdota de Pánfilo de Narvaez, o saber que partió de Santiago de Cuba con 553 soldados (32 ballesteros y 13 arcabuceros), 110 marineros, 10 cañones pesados, 4 culebrinas ligeras, 16 caballos y unos cuantos perros, de los cuales ahora no quedaba ni la mitad. Por otro lado, saber que sólo la capital Tenochtitlan tenía unos 300.000 habitantes, semejante a las poblaciones actuales de Sta. Cruz de Tenerife (220 mil) y La Laguna (90 mil) juntas, para que nos hagamos una idea de lo extensa que era la ciudad en 1521.
Pasada la fatídica Noche Triste y el encontronazo de Otumba, los españoles fueron bienvenidos en Tlaxcala, donde Cortés y sus hombres contemplaron con asombro cómo diversas delegaciones de tribus indígenas, antiguos vasallos de los aztecas, juraban ahora fidelidad a la corona de España con el objetivo de ayudar para conseguir el fin de la supremacía azteca. Algunos de estos pueblos fueron incluso enemigos de los propios tlaxcaltecas en el pasado pero ahora, vista la voluntad de los españoles por acabar con los aztecas, no encontraron mejor momento para unirse. Tanto fue el odio de los tlaxcalenses hacia los aztecas, que cuando el nuevo emperador Cuahtemoc trató de forzar una alianza contra los invasores, Tlaxcala se negó rotundamente. Recordemos que los aztecas también fueron un pueblo expansionista y opresor, que tomaban los corazones de sus víctimas mientras estaban vivos, para ofrecerlo como ofrendas a los dioses, mientras las cabezas de los dueños rodaban, escalera abajo, por las pirámides del grandioso Imperio Azteca...