La conquista de América comenzó en el siglo XVI de la mano de España, a la que siguió muy de cerca Portugal. A partir del siglo XVII, se sumaron Inglaterra, Francia (aunque ya había hecho presencia en el siglo XVI) y Holanda.
En sus inicios, conquista y colonización fueron procesos paralelos. Logrado el control político y militar, la conquista llegó a su fin, mientras que la colonización se extendió hasta las luchas independentistas iniciadas en el siglo XVIII y consolidadas a finales del siglo XIX.
En aquellas regiones donde hubo mayor resistencia, la conquista se extendió hasta los siglos XVIII y XIX, y fue ejercida incluso por parte de los Estados recién independizados. Por ejemplo, la conquista de la Patagonia contra los mapuches.
La expresión conquista de América es sumamente polémica en la actualidad, lo mismo que sus términos asociados: descubrimiento y colonización. La razón de la polémica estriba en que todos estos términos suponen un actor protagónico: el descubridor, el conquistador y el colonizador, lo que teóricamente convierte a los pobladores amerindios en actores secundarios o accidentales e invisibiliza el carácter conflictivo del proceso.
Respuesta:
La conquista de América comenzó en el siglo XVI de la mano de España, a la que siguió muy de cerca Portugal. A partir del siglo XVII, se sumaron Inglaterra, Francia (aunque ya había hecho presencia en el siglo XVI) y Holanda.
En sus inicios, conquista y colonización fueron procesos paralelos. Logrado el control político y militar, la conquista llegó a su fin, mientras que la colonización se extendió hasta las luchas independentistas iniciadas en el siglo XVIII y consolidadas a finales del siglo XIX.
En aquellas regiones donde hubo mayor resistencia, la conquista se extendió hasta los siglos XVIII y XIX, y fue ejercida incluso por parte de los Estados recién independizados. Por ejemplo, la conquista de la Patagonia contra los mapuches.
La expresión conquista de América es sumamente polémica en la actualidad, lo mismo que sus términos asociados: descubrimiento y colonización. La razón de la polémica estriba en que todos estos términos suponen un actor protagónico: el descubridor, el conquistador y el colonizador, lo que teóricamente convierte a los pobladores amerindios en actores secundarios o accidentales e invisibiliza el carácter conflictivo del proceso.