Dayanatua
En 1985, Alan García Pérez (Partido Aprista) derrotó a Alfonso Barrantes (Izquierda Unida). En ese entonces, Alan García era un joven abogado (36 años) de tendencia nacionalista. Asumió el mando en un momento muy difícil para el país, por la crisis económica y la guerra interna provocada por los izquierdistas radicales de Sendero Luminoso y MRTA.
La Guerra Interna En 1985, Sendero Luminoso y el MRTA causaban, con sus ataques guerrilleros y atentados terroristas, cuantiosas pérdidas humanas y materiales. Al enfrentarlos, las fuerzas del orden también cometieron graves crímenes, como en la Matanza de Acomarca (1985), la Matanza de los Penales (1986) y la Matanza de Cayara (1988).
Política económica heterodoxa En 1985, Alan García anunció la reducción del pago de la deuda externa al 10% de los ingresos por exportaciones. Entonces el FMI declaró al Perú como "país no elegible" para recibir créditos y cooperación financiera internacional.
El gobierno se propuso reactivar la economía del país apoyando al empresariado nacional. Para ello buscó el crecimiento del mercado interno promoviendo el empleo y aumentando los sueldos. Además, subvencionó a a burguesía nacional con la venta de los "dolares MUC". Estas medidas ocasionaron excesivos gastos para el Estado y aumentaron la corrupción
Crísis económica En dos años de gobierno aprista, sus medidas populistas y la corrupción agotaron las reservas del Estado y una grave crisis empezaba. El 28 de julio de 1987 Alan García anunció la estatización de la banca. Con esto se esperaba evitar el derrumbe fiscal.
El escritor Mario Vargas Llosa lideró la campaña contra la estatizacion de la banca. El gobierno tuvo que dar marcha atrás y empezó la emisión inorgánica de billetes para aliviar la eliminación gradual de subsidios, pero esto provocaba nuevos aumentos de los precios. Esto siguió creciendo hasta llegar a la "hiperinflación".
El final del régimen Entre 1988 y 1990, los sindicatos obreros organizaron muchos paros y marchas contra las medidas de ajuste. Asimismo, se incrementaron los ataques terroristas, especialmente en Lima.
El primer gobierno de Alan García terminó en medio de una de las más profundas crisis económicas, sociales, políticas y morales de nuestra historia republicana. El 28 de julio de 1990 le entregó el mando al ingeniero Alberto Fujimori.
La Guerra Interna
En 1985, Sendero Luminoso y el MRTA causaban, con sus ataques guerrilleros y atentados terroristas, cuantiosas pérdidas humanas y materiales. Al enfrentarlos, las fuerzas del orden también cometieron graves crímenes, como en la Matanza de Acomarca (1985), la Matanza de los Penales (1986) y la Matanza de Cayara (1988).
Política económica heterodoxa
En 1985, Alan García anunció la reducción del pago de la deuda externa al 10% de los ingresos por exportaciones. Entonces el FMI declaró al Perú como "país no elegible" para recibir créditos y cooperación financiera internacional.
El gobierno se propuso reactivar la economía del país apoyando al empresariado nacional. Para ello buscó el crecimiento del mercado interno promoviendo el empleo y aumentando los sueldos. Además, subvencionó a a burguesía nacional con la venta de los "dolares MUC". Estas medidas ocasionaron excesivos gastos para el Estado y aumentaron la corrupción
Crísis económica
En dos años de gobierno aprista, sus medidas populistas y la corrupción agotaron las reservas del Estado y una grave crisis empezaba. El 28 de julio de 1987 Alan García anunció la estatización de la banca. Con esto se esperaba evitar el derrumbe fiscal.
El escritor Mario Vargas Llosa lideró la campaña contra la estatizacion de la banca. El gobierno tuvo que dar marcha atrás y empezó la emisión inorgánica de billetes para aliviar la eliminación gradual de subsidios, pero esto provocaba nuevos aumentos de los precios. Esto siguió creciendo hasta llegar a la "hiperinflación".
El final del régimen
Entre 1988 y 1990, los sindicatos obreros organizaron muchos paros y marchas contra las medidas de ajuste. Asimismo, se incrementaron los ataques terroristas, especialmente en Lima.
El primer gobierno de Alan García terminó en medio de una de las más profundas crisis económicas, sociales, políticas y morales de nuestra historia republicana. El 28 de julio de 1990 le entregó el mando al ingeniero Alberto Fujimori.