Uno de los procesos más interesantes que se desarrollaron durante la Colonia fue el mestizaje. Desde la llegada de los españoles, las relaciones establecidas entre conquistadores e indígenas tejerían una intrincada trama social. Hasta las más altas autoridades, tanto políticas como eclesiásticas, consentían la unión entre españoles e indígenas, dada la desproporción entre los sexos existente en el grupo blanco. Casi todas las expediciones hispanas estaban conformadas solo por hombres, por lo que las jóvenes indias eran codiciadas entre las huestes. Transformada en una práctica casi habitual, la unión terminaría por engendrar una gran cantidad de niños que difícilmente conocerían a sus padres, pero que constituirían los pilares de la población chilena.
Uno de los procesos más interesantes que se desarrollaron durante la Colonia fue el mestizaje. Desde la llegada de los españoles, las relaciones establecidas entre conquistadores e indígenas tejerían una intrincada trama social. Hasta las más altas autoridades, tanto políticas como eclesiásticas, consentían la unión entre españoles e indígenas, dada la desproporción entre los sexos existente en el grupo blanco. Casi todas las expediciones hispanas estaban conformadas solo por hombres, por lo que las jóvenes indias eran codiciadas entre las huestes. Transformada en una práctica casi habitual, la unión terminaría por engendrar una gran cantidad de niños que difícilmente conocerían a sus padres, pero que constituirían los pilares de la población chilena.