La Constitución de 1830 fue la culminación de un parto doloroso, en medio de múltiples adversidades, cuando agonizaba la Gran Colombia, fundada por Bolívar, a pesar de sus esfuerzos por evitar su desintegración, y quien desilusionado, el 8 de Mayo de 1830 había salido de Bogotá y viajaba a Cartagena de Indias de paso La democracia, por un lado, es un sistema político, una forma de Estado, pero por otro, es una determinada forma de vida civil y social. Para que ambas concepciones se fundan en una se requiere que la mayoría de los miembros de una sociedad se comporte como ciudadanos demócratas, como personas conscientes de sus derechos, responsabilidades y deberes, como miembros activos de una sociedad y de un Estado, es decir, que correspondan a valores propios de una cultura democrática solidaria. No puede haber democracia sin demócratas, no puede haber demócratas sin formación política, para ello se requiere una formación política permanente, más allá de la educación cívica y del estudio científico de la política, que se practica en la democracia, comprometida con un proyecto político o con una causa social determinada, en el contexto de fortalecer y profundizar los procesos democráticos.
¿Qué pasó en 1830 en el Ecuador?
La Constitución de 1830 fue la culminación de un parto doloroso, en medio de múltiples adversidades, cuando agonizaba la Gran Colombia, fundada por Bolívar, a pesar de sus esfuerzos por evitar su desintegración, y quien desilusionado, el 8 de Mayo de 1830 había salido de Bogotá y viajaba a Cartagena de Indias de paso La democracia, por un lado, es un sistema político, una forma de Estado, pero por otro, es una determinada forma de vida civil y social. Para que ambas concepciones se fundan en una se requiere que la mayoría de los miembros de una sociedad se comporte como ciudadanos demócratas, como personas conscientes de sus derechos, responsabilidades y deberes, como miembros activos de una sociedad y de un Estado, es decir, que correspondan a valores propios de una cultura democrática solidaria. No puede haber democracia sin demócratas, no puede haber demócratas sin formación política, para ello se requiere una formación política permanente, más allá de la educación cívica y del estudio científico de la política, que se practica en la democracia, comprometida con un proyecto político o con una causa social determinada, en el contexto de fortalecer y profundizar los procesos democráticos.