Los incas la consideraron un grano de oro no solo por sus propiedades como alimento, sino por sus variados usos en la cosmética y la medicina.
Desde siglos atrás, además de consumirla, los quechuas y aymaras la usaban para quitar manchas de la cara, para evitar problemas de insolación y los efectos de los rayos ultravioletas, que son muy intensos en el altiplano peruano-boliviano.
Técnicamente, la quínoa no es un grano sino la semilla de la planta llamada Chenopodium, de hojas triangulares y ramas en ángulo.
Sus granos varían de color desde el marfil hasta el negro, dependiendo de la variedad, pues hay unas 120 especies, aunque solo se cultivan la blanca, roja y negra. Sus hojas también son comestibles.
Contiene más proteínas que ningún otro grano, además de aminoácidos similares a la leche, y es una importante fuente de almidón, azúcar, minerales y vitaminas, por su composición poco usual y el balance excepcional entre sus aceites, proteínas y grasas.
Según los expertos que la han estudiado, con apenas media taza al día de quínoa o quinua ya los niños tienen todas las proteínas necesarias, además de que su contenido en hidratos es menor que en un cereal normal y su perfil graso es excelente. Tampoco faltan en ella la fibra y minerales como el calcio, magnesio, fósforo, potasio y hierro, si bien carece de colesterol ni gluten, por lo cual es un alimento perfecto para los celiacos y quienes siguen dietas vegetarianas.
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Los incas la consideraron un grano de oro no solo por sus propiedades como alimento, sino por sus variados usos en la cosmética y la medicina.
Desde siglos atrás, además de consumirla, los quechuas y aymaras la usaban para quitar manchas de la cara, para evitar problemas de insolación y los efectos de los rayos ultravioletas, que son muy intensos en el altiplano peruano-boliviano.
Técnicamente, la quínoa no es un grano sino la semilla de la planta llamada Chenopodium, de hojas triangulares y ramas en ángulo.
Sus granos varían de color desde el marfil hasta el negro, dependiendo de la variedad, pues hay unas 120 especies, aunque solo se cultivan la blanca, roja y negra. Sus hojas también son comestibles.
Contiene más proteínas que ningún otro grano, además de aminoácidos similares a la leche, y es una importante fuente de almidón, azúcar, minerales y vitaminas, por su composición poco usual y el balance excepcional entre sus aceites, proteínas y grasas.
Según los expertos que la han estudiado, con apenas media taza al día de quínoa o quinua ya los niños tienen todas las proteínas necesarias, además de que su contenido en hidratos es menor que en un cereal normal y su perfil graso es excelente. Tampoco faltan en ella la fibra y minerales como el calcio, magnesio, fósforo, potasio y hierro, si bien carece de colesterol ni gluten, por lo cual es un alimento perfecto para los celiacos y quienes siguen dietas vegetarianas.