El interés del Señor por su pueblo escogido puede verse en el llamamiento de Moisés. Fue tal la grandeza de Moisés que el Señor y su pueblo siempre lo han usado como un modelo de lo que debe ser un profeta. Aun Jesucristo fue llamado profeta semejante a Moisés (véase Hechos 3:22; 7:37; Deuteronomio 18:15, 18-19; 1 Nefi 22:20-21; 3 Nefi 20:23-24). Ciertamente Moisés fue un símbolo viviente de Jesucristo (véase Moisés 1:6).
Moisés fue un hombre que, como usted, tenía debilidades y virtudes. La grandeza del carácter de Moisés estaba en su mansedumbre, en la capacidad que tenía de ser moldeado por el Señor y su Espíritu. “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.” (Números 12:3.)
Respuesta:
como el mensajero que envío Dios a Israel
Explicación:
El interés del Señor por su pueblo escogido puede verse en el llamamiento de Moisés. Fue tal la grandeza de Moisés que el Señor y su pueblo siempre lo han usado como un modelo de lo que debe ser un profeta. Aun Jesucristo fue llamado profeta semejante a Moisés (véase Hechos 3:22; 7:37; Deuteronomio 18:15, 18-19; 1 Nefi 22:20-21; 3 Nefi 20:23-24). Ciertamente Moisés fue un símbolo viviente de Jesucristo (véase Moisés 1:6).
Moisés fue un hombre que, como usted, tenía debilidades y virtudes. La grandeza del carácter de Moisés estaba en su mansedumbre, en la capacidad que tenía de ser moldeado por el Señor y su Espíritu. “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.” (Números 12:3.)