Las ciudades virreinales tenían una pobre higiene. El agua, elemento vital, corría por angostas acequias, en las que era fácil su contaminación por los microbios del suelo, haciendo factible la propagación de enfermedades epidémicas, como la tifoidea o disentéricas.
Respuesta:
Las ciudades virreinales tenían una pobre higiene. El agua, elemento vital, corría por angostas acequias, en las que era fácil su contaminación por los microbios del suelo, haciendo factible la propagación de enfermedades epidémicas, como la tifoidea o disentéricas.
Explicación: