El siglo XXI ha sido una época marcada por el boom de las imágenes de guerra en los medios. Durante los atentados del 11 de septiembre, la cadena CNN mantuvo «una programación especial sin precedentes de 141 horas de emisión ininterrumpida, casi seis días, sin publicidad ni programas habituales en la programación del canal».
Tras esto, comenzaron a difundirse videos de Osama Bin Laden en los medios. A pesar de que la Consejera de Seguridad Nacional de los EE.UU., Condoleezza Rice, dictó una orden de supresión sobre los medios estadounidenses para que no se presentaran imágenes del terrorista sin permiso previo de la Administración, continuaron apareciendo en los informativos.1
La creciente proliferación de imágenes violentas en los medios parece
responder a que la violencia vende. Como afirma el psiquiatra Luis Rojas Marcos, «desde los principios de la civilización en casi todas las culturas, el hombre ha sentido fascinación por los relatos y escenas de violencia».
El siglo XXI ha sido una época marcada por el boom de las imágenes de guerra en los medios. Durante los atentados del 11 de septiembre, la cadena CNN mantuvo «una programación especial sin precedentes de 141 horas de emisión ininterrumpida, casi seis días, sin publicidad ni programas habituales en la programación del canal».
Tras esto, comenzaron a difundirse videos de Osama Bin Laden en los medios. A pesar de que la Consejera de Seguridad Nacional de los EE.UU., Condoleezza Rice, dictó una orden de supresión sobre los medios estadounidenses para que no se presentaran imágenes del terrorista sin permiso previo de la Administración, continuaron apareciendo en los informativos.1
La creciente proliferación de imágenes violentas en los medios parece
responder a que la violencia vende. Como afirma el psiquiatra Luis Rojas Marcos, «desde los principios de la civilización en casi todas las culturas, el hombre ha sentido fascinación por los relatos y escenas de violencia».