En la época de William Shakespeare en Inglaterra, el teatro era un entretenimiento con mucho éxito, pero muchas de las representaciones teatrales estaban hechas concretamente para la Reina de Inglaterra ( por eso al tipo de teatro que escribía Shakespeare se le llamaba teatro isabelino) , por lo cual, si no eras de clase alta, tu presupuesto no llegaba para pagar la entrada del teatro.
Si en el teatro de Lope de Vega el personaje del Gracioso era el que más hacia reír al público, en el teatro isabelino de William Shakespeare el perro era el elemento fundamental para que una representación teatral triunfara.
Al Igual que Lope, Shakespeare pensó en la cuestión de la tragicomedia. Los dos dramaturgos solían incluir elementos cómicos en sus tragedias. También es digno notarse que aunque estos dramaturgos trataban los temas históricos de un modo grave, no dejaban de tomarse libertades, cambiando detalles para sentirse mejor en sus propósitos didácticos. Estos dos genios del siglo XVII solían alterar los pormenores históricos porque creían que la verdad histórica era inferior a la verdad universal o poética. Los cambios en sus fuentes a menudo era algo hecho de un modo muy consiente para sugerir cuestiones concretas de orden moral, filosófico o político.
A diferencia de Lope, Shakespeare componía sus obras en lenguaje culto aunque nunca alcanzó la enseñanza superior, y a ello se debe que la crítica de su época despreciara al dramaturgo como un escritor "inculto", oponiéndolo a su amigo y competidor teatral Ben Jonson. Incluso algunos comentaristas negaron que Shakespeare hubiera podido escribir muchas obras que aparecieron firmadas con su nombre, afirmando que en realidad pertenecía a algún otro autor de mayor nivel cultural.
En el siglo XVII de Shakespeare, las mujeres no podían ejercer de actrices, solo podían los hombres, los cuales cuando necesitaban representar un papel femenino se disfrazaban de mujeres y afinaban sus voces. Solo Shakespeare pudo poner fin a esto, haciendo que una de sus múltiples musas subiera a un escenario por falta de actores. Esta hazaña puso en peligro a el propio Shakespeare porque lo querían encerrar en la cárcel , y también puso en peligro al teatro donde el trabajaba, ya que lo querían cerrar.
Shakespeare, al igual que Lope, está a favor de la verosimilitud y el decoro, y en sus representaciones teatrales recomendaba a los actores ponerlo en práctica porque era una forma de hacer creíble el teatro.
En la época de William Shakespeare en Inglaterra, el teatro era un entretenimiento con mucho éxito, pero muchas de las representaciones teatrales estaban hechas concretamente para la Reina de Inglaterra ( por eso al tipo de teatro que escribía Shakespeare se le llamaba teatro isabelino) , por lo cual, si no eras de clase alta, tu presupuesto no llegaba para pagar la entrada del teatro.
Si en el teatro de Lope de Vega el personaje del Gracioso era el que más hacia reír al público, en el teatro isabelino de William Shakespeare el perro era el elemento fundamental para que una representación teatral triunfara.
Al Igual que Lope, Shakespeare pensó en la cuestión de la tragicomedia. Los dos dramaturgos solían incluir elementos cómicos en sus tragedias. También es digno notarse que aunque estos dramaturgos trataban los temas históricos de un modo grave, no dejaban de tomarse libertades, cambiando detalles para sentirse mejor en sus propósitos didácticos. Estos dos genios del siglo XVII solían alterar los pormenores históricos porque creían que la verdad histórica era inferior a la verdad universal o poética. Los cambios en sus fuentes a menudo era algo hecho de un modo muy consiente para sugerir cuestiones concretas de orden moral, filosófico o político.
A diferencia de Lope, Shakespeare componía sus obras en lenguaje culto aunque nunca alcanzó la enseñanza superior, y a ello se debe que la crítica de su época despreciara al dramaturgo como un escritor "inculto", oponiéndolo a su amigo y competidor teatral Ben Jonson. Incluso algunos comentaristas negaron que Shakespeare hubiera podido escribir muchas obras que aparecieron firmadas con su nombre, afirmando que en realidad pertenecía a algún otro autor de mayor nivel cultural.
En el siglo XVII de Shakespeare, las mujeres no podían ejercer de actrices, solo podían los hombres, los cuales cuando necesitaban representar un papel femenino se disfrazaban de mujeres y afinaban sus voces. Solo Shakespeare pudo poner fin a esto, haciendo que una de sus múltiples musas subiera a un escenario por falta de actores. Esta hazaña puso en peligro a el propio Shakespeare porque lo querían encerrar en la cárcel , y también puso en peligro al teatro donde el trabajaba, ya que lo querían cerrar.
Shakespeare, al igual que Lope, está a favor de la verosimilitud y el decoro, y en sus representaciones teatrales recomendaba a los actores ponerlo en práctica porque era una forma de hacer creíble el teatro.